¿Para qué sirve el Marketing?

Con frecuencia escuchamos que el concepto de marketing se encuentra en una encrucijada originada por la creencia que va más allá de sus verdaderos significados, siendo menos de lo que realmente es o por que no tiene el mismo mensaje para quienes se sirven de él.
Este problema nos conduce en primer lugar a los conceptos básicos de la economía moderna que señalan al menos tres ideas fundamentales relativas al conocimiento de los mercados.
Una primera idea se refiere a los consumidores de hoy quienes al hacer sus intercambios de bienes y servicios tienen el propósito de obtener ventajas, beneficios y experiencias únicas. Es decir, la búsqueda de estas conveniencias promueve la creación y producción de necesidades por lo que se puede estimar que aquí reside el motor del crecimiento y el bienestar.
Una segunda consideración tiene que ver con el reconocimiento general que el sistema económico al que pertenecemos es de libre mercado, por tanto, se aceptan todas las tendencias, inclinaciones y elecciones de los clientes. No interesa si éstas son, prioritarias o superfluas.
Por último, el principio esencial del que se vale el marketing es la libre elección de los consumidores de bienes y servicios quienes al hacer sus intercambios, son capaces de discernir entre lo que es bueno o malo para sus intereses.
Este marco de la economía actual permite al marketing encontrar respuestas a su propio quehacer como una herramienta básica para toda empresa, grande o pequeña, destinada a satisfacer los requerimientos de sus clientes, aún de los más sofisticados, exigentes y exquisitos. Significa entonces que el objetivo principal del contenido del marketing es la exclusiva satisfacción de las necesidades de sus usuarios.

Aquí encaja la pregunta: ¿Para qué sirve el Marketing?
Veamos algunas respuestas:
- Satisfacción de las necesidades del cliente.- sigue siendo el punto de partida de las organizaciones y empresas que desean mantener en el tiempo y de manera sostenible el negocio captando clientes, conservarlos o conquistando nuevos.
Con los nuevos vientos, este esquema ha llegado a los más altos índices de sofisticación puesto que las empresas que conocen el marketing no solo tienen vendedores y mostradores sino también han establecido dependencias de atención al público, información, quejas, reclamos, sugerencias, etc.
- Superar a la competencia.- el mercado al que asistimos se torna cada vez más difícil porque la oferta de productos se amplía constantemente, frente a una demanda cuyo crecimiento, en nuestra opinión, supera a su contraparte de vendedores. En esta medida, los servicios de los competidores pueden ser mejores que los nuestros, en cuyo caso nos superarán o saldremos del circuito. Contrariamente, nos corresponderá ser mejores para satisfacción de los viajeros.
- Obtener utilidades.- todo inversionista se formula usualmente dos preguntas: ¿cuál es la rentabilidad de la inversión? y ¿en qué plazo recuperaré mi dinero? Las respuestas a ambas cuestiones tienen que ver con el marketing debido a que dentro de este marco, la satisfacción y los beneficios obtenidos por los usuarios generan en simultáneo utilidades.
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Para cualquier nuevo inversionista, negociante o comerciante del mercado de hoy, tiene ante sí una tarea bastante compleja a diferencia de los días felices de ayer en los que bastaba lanzarse, abrir la puertas y echarse a esperar a que lleguen los clientes.
- Establecer relaciones y conexiones permanentes con los clientes, proveedores, distribuidores y vendedores con el fin de establecer un vínculo de largo plazo con cada uno de ellos, y así, encontrar el hilo de la rentabilidad. Esta última aseveración forma parte de las nuevas concepciones del marketing que agregan más brillo al marketing clásico de las famosas 4 Ps a través de un enfoque reciente y mejorado.