Tengo 40 años...

Tengo  40  años ….

Promoción 1971 Guías Oficiales de Turismo

El próximo 28 de diciembre del 2011, cumplo mis Bodas de Rubí profesionales, es decir, 4 décadas de haber egresado de la famosa Escuela Nacional de Turismo del Perú el  28 de diciembre de 1971 con mi orgullosa promoción ENT  71. Mucha agua ha pasado debajo del puente desde ese maravilloso momento en que nos incorporamos al mercado laboral con nuestros  primeros conocimientos sobre el turismo como profesión.

A punto de  reencontrarnos en breves días con mis valientes colegas de entonces, muchos de ellos venidos ahora de Estados Unidos, Europa y Sudamérica, evocaremos los días felices de nuestra juventud de corazones ardientes, impetuosos, irrefrenables, saliendo a conquistar el mundo  y a hacer camino el andar.

En efecto, al detenernos a revisar el camino recorrido en estos largos años, apenas una primera etapa de lo que nos queda aún, podemos decir que los logros obtenidos para el turismo peruano han sido excepcionales. En primer lugar por la vigencia sorprendente de los magníficos Guías Oficiales de Turismo que allí se forjaron. Las opiniones de los turistas al preguntárseles sobre su nivel de satisfacción en las encuestas de PROMPERU, las mayores calificaciones se la llevan los Guías de la ENT.

¿Cómo ha sido posible esto? Por su alto nivel académico resultante de haber tenido la suerte de tener los maestros que tuvieron. Citaré algunos: Monseñor Villar Córdova, Josafat Roel, Cesar Debarbieri, Liliana Merino, Mildred Merino sumados a los célebres profesores de inglés, francés y quechua. Fueron los únicos que tuvieron una amplia  formación cultural. Se explica ahora por qué ellos y ellas aún reinan en el mercado y lo será por muchos años más debido a que las nuevas generaciones de Guías no  pueden competir con los nuestros.

Promoción de Técnicos en Administración Turística 1971

Luego los Técnicos en Administración Turística, sección de la que formé  parte, se lanzó al mercado  incorporándose a las empresas privadas, docencia y organismos gubernamentales. Otros se hicieron a la mar y se abrieron camino en tierras lejanas. Hoy nos sentimos orgullosos de ellos por haber alcanzado el éxito personal, familiar y empresarial.

En aquel entonces no existían las escuelas de turismo de las universidades ni institutos de turismo que hoy proliferan. Más bien de la ENT se tomó sus planes de estudios, algunos de nuestros camaradas se convirtieron en los  primeros profesores de dichas escuelas y finalmente otros, abrieron sus propios negocios con una enorme valentía y coraje.

 En la ENT pasamos acaso los mejores años felices de nuestra juventud en la vieja Casa de Bolívar en la esquina del Jirón Junín y Azágaro en el centro de Lima. En sus escaleras de mármol recuerdo que daban paso trás paso mis bellas compañeras, guapas, esbeltas, perfumadas como las aristócratas limeñas de la corte. Ascendían por ese mármol divinas. Eran hermosas e inigualables venidas de tierras lejanas como Betty López de Iquitos con su acento charapa sin par, a Fresia Orihuela de Jauja, a Maruja Soto de Tarma, y a Sonia Bojorquez de Huaraz. Entonces empecé a conocer el Perú. Allí me hice mochilero y terminé con el viaje más espectacular de todos los tiempos a mochila limpia: Lima-Río de Janeiro-Lima

Profesor Javier Pérez Rodríguez

También nos forjaron extraordinarios profesores de marca que han dejado enormes huellas en nuestros espíritus por la  paciencia, bondad y severidad de sus magisterios. Cito  algunos a quienes rindo mi testimonio de agradecimiento y gratitud por lo que me dieron: grandes valores expresados con ejemplos como constancia, perseverancia, fortaleza,  puntualidad, verdad, humildad  sin dejarse pisar el poncho que es una bandera que he llevado en mi vida. Gracias a Javier Pérez de quien aprendí Teoría y Técnica del Turismo. Por allí  vino luego haber escrito 10 ediciones sucesivas de mi libro Introducción al Turismo, a  don Gonzalo de Reparaz, hermoso viejito de quien aprendí la Geografía Turística del Perú, especialmente algo que escuché por primera vez: el Cañón del Colca, su descubridor indiscutible, a Ma.  del Carmen Barrionuevo de Pacheco por sus jornadas de enseñanza de la legislación peruana,  a nuestra hermosa profesora de quién todos estábamos enamorados en silencio: Liliana Merino, por mostrarnos Lima en sus infaltables cursos de Visitas Guiadas. También a  Alfonsina Barrionuevo, al inolvidable Josafat Roel, al profesor Guillermo Gal Lino y al maravilloso Juanito Villalva entre otros.

Profesor Guillerno Gall Lino

Por ellos aprendimos a amar al Perú sin límites por sus enormes tesoros escondidos que íbamos descubriendo poco a poco. Por ellos, conocimos una escuela que dentro de las adversidades y limitaciones forjó una generación de profesionales que dieron muchos logros, lauros y títulos a su país.
Antes de concluir, deseo una felices Bodas de Rubí en el cielo a mis  compañeros que partieron primero Sé que celebrarán allá en la eternidad con un peruanísimo pisco souer. Salud a Lucía Llosa, Ana María Saco, María Luisa Fernández y Tito Ortiz.  

Es justo reconocer hoy el valor histórico de la Escuela Nacional de Turismo del Perú por su indiscutible aporte al desarrollo sectorial en momentos en que la calificación de los cuadros especializados se necesitaba más que nunca. Por haber irradiado sus experiencias y resultados a las instituciones privadas que surgieron posteriormente. Por haber contribuido con profesionales que trajeron  conocimientos novedosos a la gestión de las empresas que existían por entonces. Por iniciar un camino irreversible de profesionalizar cada día al turismo en el Perú donde aún ronda la improvisación, los aficionados y amateurs, los indocumentados e impresentables con solo experiencia en un mundo altamente competitivo donde cuentan los conocimientos.

Gracias  a mi mamá por conducirme al Colegio Militar Leoncio Prado, el mejor del país y por el acierto de  enviarme a la  mejor Escuela de Turismo del Perú.…..Gracias ENT por haberme dado tanto.