En todos los idiomas, a estas horas de la competitividad, estamos claros que la formación y calificación de los cuadros futuros, específicamente de los de nivel superior deben ser garantía o seguro de vida para el crecimiento que buscamos arduamente. Sin ella es impensable hablar de cálculos o previsiones de un servicio altamente competitivo. El marketing moderno así lo exige sí o sí .
Ha tenido que pasar bastante tiempo para
convencernos que para crecer, desarrollarnos y competir en el mercado mundial
necesitamos, hoy más que nunca, tener una fuerza laboral y profesional
capacitada, calificada y entrenada para satisfacer a nuestros cada vez más
exigentes clientes. Este principio antiguo, es la piedra fundamental sobre la
que se edifica todo proceso de desarrollo turístico y en el que pocos gobernantes
y empresarios han ejecutado acciones concretas.
En nuestro país, el mercado laboral empieza
a expandirse por la apertura casi a diario de nuevas microempresas, la llegada
de grandes marcas hoteleras, comidas y bebidas, transportes y operadores internacionales,
sin contar con las reinversiones que efectúan. Las ofertas de empleos
turísticos ahora exigen, al menos, estudios superiores o especializados en
determinado campo. Aquí es donde entran a tallar las escuelas de turismo que existen en 45 universidades públicas y privadas, el
sin número de institutos superiores y centros de educación laboral donde se
forman nuestros cuadros en los niveles
superiores, medios y básicos.
Conozco personalmente buena parte de ellos,
tengo una opinión formada de cómo funcionan y qué es lo que les hace falta. El
primer juicio es que, con muy pocas excepciones, no se tiene en cuenta que la
enseñanza a impartir debe de calzar exactamente con las necesidades del mercado
del turismo mundial hacia el 2020, porque los planes de estudio están fuera
de lugar por lo que hay que enderezarlos de inmediato. En segundo término,
debemos de formar empresarios emprendedores conocedores de la demanda mundial y
local para generar un verdadero mercado de consumidores de nuevos productos
para vender servicios diferentes: aventura, naturaleza, congresos, rural comunitario,
sol y playa, deportes, etc. El tercer
aspecto es que los nuevos cuadros deben de ingresar al mercado laboral
premunidos de un discurso intelectual y creativo en el que el turismo sea un
instrumento para luchar contra la pobreza e incorporar a los más pobres a las
ventajas de esta actividad mediante un puesto de trabajo.
Pero al mismo tiempo, he podido advertir que
miles de padres de familia envían a sus hijos a estudiar turismo como reflejo
de lo que ven a través de los medios de comunicación para que alcancen un título, diploma o
certificado que les garantice una mejor posibilidad para acceder a un empleo. Sin embargo se topan con organizaciones de
toda clase, desde las más calificadas,
equipadas y modernas, como la Escuela de Turismo de la Universidad de
San Martín de Porres y el CENFOTUR certificadas por la
Organización Mundial del Turismo, otras en proceso de competir y serias hasta las más deficientes e improvisadas que
constituyen de hecho un fraude para las expectativas de los padres de familia
como para los estudiantes que pagan una pensión.
Me permito aconsejar al señor ministro de turismo, a la ministra de educación y la Asamblea Nacional de Rectores para que
pongan punto final a una situación inmanejable y deplorable. Los estudiantes
deben de tener todas las garantías de una formación de alta calidad y exigencia
académica. Esto es establecer el Sistema de Certificación de Estudios Turísticos del Perú o apelar
a la acreditación internacional que nos
diga: 1.-Los planes de estudios son viables. 2.- La planta docente está
totalmente calificada con licenciados y maestros en turismo, hotelería o
gastronomía y otros licenciados con grados de maestría. Si no los hay, a
mandarlos a estudiar ahora mismo. No podemos seguir enseñando con gente con experiencia. Recuerden que en el sector
turismo cualquiera dicta clases, conferencias y es experto. Por eso estamos donde
estamos. 3.- Todas deben de contar con una
biblioteca actualizada y especializada con títulos de última generación.
He observado, por ejemplo, que en algunas de ellas se usan libros míos de hace
más de 20 años y no los de última edición. 4.- El uso intensivo de internet es esencial en esta hora.
Quien no lo tenga a instalarlo hoy mismo.
5.- La acreditación debe de dar el visto bueno a una organización
educativa que tenga talleres y módulos
demostrativos. Sin ellos la enseñanza se vuelve una burla.
Luego de mi larga experiencia en la educación universitaria del turismo peruano y darme una vuelta por varias escuelas sudamericanas y la mía la de Altos Estudios Turísticos de la Universidad de Aix Marseille en Francia, creo que el rumbo al 2020 ya cercano debe de incidir en materia formativa en el desarrollo in extenso del dominio de los planes de negocios y elaboración de proyectos, el conocimiento detenido del marketing, la geografía e historia, dos idiomas extranjeros, los documentos contables, la planificación y la investigación.
Aquí hay bastante tela que cortar porque la formación se torna en transmisión de conocimientos de pizarra y tiza. Resultado final: el empleador dice con justa razón, este muchacho no sabe nada. El no tiene la culpa sino quien lo estafa.
Luego de mi larga experiencia en la educación universitaria del turismo peruano y darme una vuelta por varias escuelas sudamericanas y la mía la de Altos Estudios Turísticos de la Universidad de Aix Marseille en Francia, creo que el rumbo al 2020 ya cercano debe de incidir en materia formativa en el desarrollo in extenso del dominio de los planes de negocios y elaboración de proyectos, el conocimiento detenido del marketing, la geografía e historia, dos idiomas extranjeros, los documentos contables, la planificación y la investigación.
Aquí hay bastante tela que cortar porque la formación se torna en transmisión de conocimientos de pizarra y tiza. Resultado final: el empleador dice con justa razón, este muchacho no sabe nada. El no tiene la culpa sino quien lo estafa.
Maestro Carlos Villena Lescano, es toda PURA VERDAD lo que dice usted, un ejemplo claro es como se maneja el TURISMO en la SELVA CENTRAL, aún es cruda realidad sobre en manos de quién esta el desarrollo del turismo, he podido darme cuenta que en muchas provincias, los municipios tienen las decisiones y el capital para incentivar el turismo como debe ser, pero reina la IMPROVISACIÓN, sus alcaldes, sus técnicos exageran en desconocimiento en temas de gestión en turismo, y ven al turismo como una alternativa más en como llevarse el dinero ajeno al bolsillo. El turismo fomenta la Paz y el conocimiento. Necesitamos más Profesionales del Turismo, como a los que se refiere, pero sobre todo humanos y amigables. Saludos cordiales desde la Ciudad Satipo.
ResponderEliminarEs trascendental tu comentario. La improvisación es la divisa parece ser del accionar de la selva central. En tu caso, estimado Walter tienes una tarea monumental. Debes de persistir y hasta porfiar. Sin embargo, no estás solo. Te acompañaré para llevar el crecimiento y desarrollo en tu cruzada por hacer las cosas con profesionalismo.
EliminarEstimado Profesor, como siempre es grato leerlo. En noviembre del año pasado me ocupé de este tema, con el artículo de mi blog El Turismólogo "¿Por qué no somos competitivos en turismo?" Una idea que sostuve y sostengo aún es ésta: A diferencia de otros ámbitos del conocimiento, el turismo no tiene todavía un relieve académico en la sociedad. Por lo tanto, es difícil su pleno reconocimiento entre la gente. Se percibe como una carrera desprovista de investigación, únicamente orientada al objetivo comercial. Es verdad que, a excepción de tres o cuatro nombres en el sector, no tenemos investigadores importantes. Las universidades, también es verdad, no alientan la investigación en sus aulas. Esto se explica en que los programas curriculares no son los adecuados. Los directivos de las facultades de turismo no terminan por entender qué es el turismo. Si bien se trata de un fenómeno de carácter interdisciplinario, eso no justifica que los programas curriculares estén atiborrados de ciertos cursos que desplazan a otros que sí revisten total importancia de cara al futuro del sector. Un ejemplo que grafica este problema es el dictado de cursos como Legislación Turística, que bien pueden ser materia de un seminario o dos, pero no de todo un ciclo académico. Cursos clave, y que merecen más tiempo en su dictado, son Marketing, Planificación de Destinos, Gestión de Agencias, Hoteles y Restaurantes, Desarrollo Sostenible.
ResponderEliminarSiempre leo el Turismólogo. Es uno de mis enlaces favoritos. He encontrado en un reputado instituto que acaba de abrir la especialidad de turismo que en su plan de estudios no está, por ejemplo, Introducción al Turismo, es decir, al abecedario del turismo. Pero sí está psicosociología del turismo ????
ResponderEliminarNo recuso el negocio que hacen con esta profesión. Critico el mal producto que venden.