Todos nosotros sabemos que esta gigantesca obra estará lista y operando en noviembre 2024 como resultado de una iniciativa de negocio de dos empresas que traían silenciosamente la idea años atrás. Sin duda que tendrá un inimaginable impacto no solo en América, sino que también tendrá un efecto notable en otros sectores de la economía nacional, provincial y distrital. El turismo será uno de ellos.
En
los registros del Inventario del Patrimonio Turístico Nacional figura una de
sus grandes categorías: Realizaciones técnicas, científicas y artísticas contemporáneas,
es decir, aquellas obras actuales, muebles o inmuebles, que muestran el proceso
de cultura, civilización y tecnología, con características relevantes para el
interés turístico[1].
Aquí no figura, pero sí en otra categoría: Manifestaciones culturales conjuntamente
con los puertos, embarcaderos, muelles y caletas.
Al
margen de esta imprecisión de los contenidos, veamos el asunto de fondo. ¿Qué
pasará allí con esa actividad desde ahora y al futuro? Desde el punto de vista
de la operación portuaria, ¿qué veremos? Estoy seguro que observaremos un monstruo
igual que el de Shangai, gigantescas grúas, muelles, rompeolas, barcos nunca soñados,
contenedores y almacenes, es decir, el día a día de ese enjambre laboral en
medio de un distrito pesquero, histórico y gastronómico.
Foto: El Peruano
Sin
duda que la construcción del turismo está en las puertas del futuro, o sea hoy.
Pero esa construcción debe de tener una perspectiva mayor que involucre una
oferta amplia con mayores permanencias y gastos. Esa es la esencia del turismo mundial
en todos sus frentes. En consecuencia, el futuro del turismo de Chancay no solo
comprende su distrito y megapuerto sino los valores, recursos, atractivos,
planta turística e infraestructura básica que posee el distrito y esa provincia
norteña. El punto de partida está allí.
Ahora
bien, ¿qué es lo hay que vender? Experiencias, beneficios, ventajas y valor. Para
ello, la mitad del camino está casi hecho faltando mucha capacitación y
entrenamiento para perfilar el producto que puede ser desde un full day con
visitas locales incluido el puerto, Lachay, Huaral y Rupac. Desde 2 o 3 días
con 2 noches, según el segmento, Huacho, Véqueta, Caral, Churín y la cordillera
de Huayhuash. No es poca cosa.
Esta
perspectiva mayor implica que el gobierno regional active sus resortes para
promover inversiones ya mismo. El propio alcalde de Chancay ha dicho algo
determinante. Está en curso su nuevo Plan de Desarrollo Urbano donde se han de
establecer los lugares donde deban de estar los centros comerciales y cadenas hoteleras
que con seguridad vendrán.
La
infraestructura de servicios urbanos en turismo debe de hacerse o culminarse
hoy mismo. Es decir, las rutas de acceso de vehículos privados y buses de
pasajeros, terminal terrestre, paraderos de transporte público local, mirador gigante
con telescopios y paneles informativos y de aprendizaje, internet y wifi público,
mejoramiento de la plaza de armas, señalización y planos, pero lo más importante
es esto:
Señor
alcalde de Chancay !! No quisiera usted
que los turistas que lleguen a Chancay, al término de si visita digan: Qué
bonito es Chancay, pero lo que más me sorprendió es la limpieza de su ciudad,
casas pintadas, ¡¡sin ningún papel ni basura en las calles!!
Me
parece que la tarea de gobernanza en turismo entra en toda su dimensión. Señor
alcalde: usted debe de recomendar a la Comisión de Desarrollo Económico,
Productivo y Ambiental de su municipalidad para reforzar su tarea haciéndole
saber que el proceso productivo en turismo será una oleada grande de
inversiones, empleo, PBI e impuestos prediales a favor de su municipio. De la
misma manera, el gobierno provincial y regional tienen aquí el escenario
propicio para hacer crecer y desarrollar a la región mediante el turismo.
Insisto, promueva usted las inversiones en turismo señalando en su plan urbano la
ubicación de los negocios de turismo.
En
cuanto al sector privado, los pocos negocios relativos al sector tienen una
magnífica oportunidad de hacer fuerza uniéndose sea creando su propia organización
o uniéndose a la Cámara de Comercio y Turismo de Huaral. En una o en otra, lo
cierto es que la voz del sector privado organizado es la contraparte de lo que
se haga o deje de hacer en este lugar. No hacerlo sería dispararse a los pies.
El futuro es demasiado propicio para constituirse y aportar. Si no fuera así,
no hay problema, pueden apelar a los grandes gremios del turismo peruano para
que los ayuden a autoinventarse. Por ejemplo, pueden llamar a Joe Koechlin, el presidente
de CANATUR para que los escuche y apoye o a Ricardo Acosta, presidente de
APAVIT entre otros.
Señor
alcalde: creo que usted tiene un aliado inesperado: la Universidad Nacional José
Faustino Sánchez Carrión de Huacho y su Escuela de Gestión en Turismo y Hotelería
y otros profesionales de la especialidad que con el conocimiento en la mano pueden
aconsejar a usted y su municipalidad a tomar mejores decisiones para convertir
este distrito en un verdadero emporio.
Finalmente,
desde siempre, todos los grandes puertos del mudo, Chancay será uno de ellos desde
noviembre próximo, tienen una imagen vinculada al turismo con grandes hoteles, restaurantes,
excursiones, paseos, centros comerciales. Ver lo que pasa con el viejo puerto
de Marsella y su Oficina de Turismo en este enlace:
Esto
es lo que creo que pasará en Chancay.
No hay comentarios:
Publicar un comentario