La corriente de viajeros de ida y vuelta entre Perú y México gozaba de buena salud hasta esta semana que corre. Gracias a la Alianza del Pacífico, desde el 2012, se producía un libre tránsito entre sus 4 miembros: Los dos protagonistas de ahora más Colombia y Chile.
Para analizar este espinoso tema,
me referiré solamente al destino más popular para los peruanos: Can Cun. Nos
convertimos de pronto en el tercer mercado receptivo para ese destino caribeño
con 150 271 visitantes el 2023. Ojo, esa cifra es el 50% menos de lo que
ocurrió el 2022. ¿Quién dijo eso? En
declaraciones para Tnews, Adriana Meda, directora de Promoción de la Asociación
de Hoteles de Cancún, Puerto Morelos e Islas Mujeres.
Foto: El Peruano.
Hasta antes de la pandemia, el
Perú no existía en el ranking de Can Cun. Hasta que de pronto la cifra comenzó
a escalar hasta llegar a esa plaza. Éxitos para México. Pero ahora, con visas a
cuestas, se verán afectados y será un golpe para la oferta turística de ese
balneario. En verdad será un duro golpe. Sin embargo, debo de reconocer la
intervención personal del ministro de Turismo de México, mi querido amigo
Miguel Torruco quien intervino personalmente ante la autoridad migratoria
mexicana sobre el impedimento de ingreso de agentes de viajes peruanos en su
petición de ingreso a ese territorio.
Ojo con resto: El
dirigente de los hoteleros de Cancún, Puerto Morelos e Isla Mujeres, Jesús
Almaguer, consideró que aunque no se pudo evitar el establecimiento de la visa a ciudadanos peruanos que
deseen visitar México, lo único que esperan es que el trámite sea ágil para no
entorpecer el flujo de estos visitantes hacia el Caribe mexicano.
Ahora veamos el caso peruano. Nos
persigue la mala suerte desde el 2019 y no podemos salir de esta. Un solo
turista que deja de venir es un fracaso y pérdida para todos. Es de
terror. Los diferentes golpes recibidos
datan de la pandemia, luego el golpe de estado de Castillo, luego las revueltas
callejeras, la inestabilidad política e inseguridad nos están llevando a las
puertas del infierno.
¿Cuánto representa el mercado
mexicano? Dice el presidente de APAVIT, don Ricardo Acosta, unos 250 millones
de dólares para el 2024, cifra que dejarían de percibir, hoteles, restaurantes,
transportes, agencias de viajes, la señora que vende en los mercados, artesanía
y toda la cadena productiva que conocemos. En los últimos años, el 2022
llegaron 76434 y en el 2023, 76300. No es poca cosa. Mirar de soslayo esta
situación sería el principio del fin para el turismo en el Perú.
Ahora bien, para comenzar opino
que la actitud recíproca de la cancillería es bastante cuestionable porque se
ha mostrado muy valientita con México, pero no dijo nada en su momento con las
visas que exige Estados Unidos a cada peruano que encima debe de pagar 180
dólares por tentar obtener una para viajar a ese país. Contradicción
gigantesca.
También entiendo el principio de
reciprocidad que la diplomacia la tiene clara. Pero también creo que no se
trata de un toma y daca o dame que te doy. Actitudes así significan que la
diplomacia actúa a espaldas de la realidad del país dejando sin empleo a miles
de peruanos emprendedores. Más aún, se pueden constituir en la sepulturera del
turismo peruano, ya en agonía desde el 2020 sin poder salir del atolladero. En
lugar de pedir extensos y casi inalcanzables requisitos, tal vez el mejor
intento sea en negociar con ellos los menos documentos posibles para aligerar
el ingreso, permanencia y salida de turistas hacia ambos destinos. Ojalá que
esta situación sea temporal. Que dios ilumine a los gobernantes de turno.
Cierro así: Si un turista mexicano no puede venir al Perú por esa traba, sencillamente se irá a otro destino. Escrito está.
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