Este texto está dirigido a:
- Investigadores de mercado
- Gobernantes y políticos
- Profesionales del turismo
- Dirigentes gremiales sectoriales
- Estudiantes de turismo
- Interesados en el crecimiento
En 2025, el turismo internacional navega entre récords de gasto y turbulencias geopolíticas. Mientras algunos destinos celebran cifras históricas, otros enfrentan cancelaciones, cierres de rutas y una percepción de inseguridad que amenaza su recuperación. Las guerras no solo destruyen balnearios, destinos o infraestructuras: también erosionan la confianza del viajero y reconfiguran los flujos turísticos globales.
En nuestras costas, los problemas se agravan por turbulencias políticas expresadas en revueltas callejeras y protestas, sumadas a la inseguridad y al impacto de dos momentos recientes: la pandemia de la COVID‑19 y la crisis política del defenestrado Castillo. Aún no hemos recuperado los logros alcanzados en 2019.
Foto: CNN en español
El turismo es uno de los sectores más sensibles a los vaivenes de la política internacional. Una guerra, un atentado o una crisis diplomática pueden frenar en seco las reservas y desviar millones de viajeros en cuestión de días. En 2025, tres focos de conflicto marcan el pulso del turismo mundial.
Rusia: sanciones y aislamiento.
La guerra iniciada contra Ucrania trajo consigo sanciones, expulsiones y restricciones, incluyendo la suspensión de vuelos hacia aeropuertos de Europa occidental y la expulsión de Rusia de la FIFA. La decisión de varias aerolíneas de suspender rutas hacia Moscú redujo drásticamente el turismo receptivo, que en 2019 recibía unos 24 millones de visitantes.
En el primer semestre de 2024, apenas 1.8 millones de turistas se alojaron en hoteles rusos. A ello se suman regulaciones estrictas para el ingreso de visitantes, lo que refuerza la percepción de inseguridad.
Aunque algunos turistas rusos siguen viajando a Turquía, Emiratos Árabes Unidos y Tailandia, el turismo emisor también se ha reducido por la devaluación del rublo y las restricciones financieras.
Ucrania: turismo oscuro y resiliencia.
Devastada por el conflicto, Ucrania ha visto paralizada su turismo tradicional. Sin embargo, ha surgido un fenómeno inesperado: el turismo oscuro, con visitantes que llegan para documentar la resistencia ucraniana o colaborar con organizaciones humanitarias.
Este tipo de turismo, aunque marginal, plantea dilemas éticos y de seguridad. En la literatura científica se define como la práctica de viajar a lugares asociados con la muerte, el sufrimiento o la tragedia, como campos de batalla, prisiones o sitios de desastres naturales. Ejemplos emblemáticos son Auschwitz y Dachau, que recibieron más de un millón de visitantes en 2024.
A pesar de la guerra, el turismo en Ucrania muestra signos de resiliencia económica: en 2024 generó alrededor de 70 millones de dólares en ingresos fiscales.
Oriente Medio: inestabilidad persistente.
La guerra en Gaza, las tensiones en Siria y los conflictos en el Golfo han golpeado nuevamente al turismo en Oriente Medio. Cancelaciones masivas, aumento en los costos de seguros y restricciones aéreas han afectado a destinos como Egipto, Líbano y Jordania. En contraste, países como España, Grecia y Portugal se consolidan como puertos seguros, atrayendo a turistas europeos que buscan estabilidad.
Antes del conflicto de Gaza (octubre de 2023), Oriente Medio era la única región que había superado los niveles prepandemia, con un crecimiento estimado del 6.7% del PBI regional proveniente del turismo. Tras el inicio de la guerra, el índice de confianza de viaje cayó a niveles similares a los de la pandemia, afectando sobre todo a Israel y sus vecinos inmediatos.
En 2024, Israel recibió aproximadamente 1 millón de turistas, menos de una cuarta parte de los 4.5 millones de 2019. Las pérdidas estimadas por su Ministerio de Turismo equivalen a 5.8 mil millones de dólares en turismo internacional y 234 millones de dólares en turismo interno.
Los visitantes fueron principalmente de EE. UU., Francia, Reino Unido y Rusia, aunque la mayoría viajó por motivos familiares o religiosos, más que por ocio.
• Egipto: caída del 26% en la compra de pasajes hacia destinos como Sharm el-Sheij.
• Jordania: cancelación de la mitad de las reservas hoteleras en octubre de 2023; Petra perdió miles de visitantes. El turismo aporta entre el 11% y 15% del PBI nacional.
• Líbano: descenso del 74% en vuelos internacionales tras el inicio del conflicto.
Mientras Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos mantuvieron crecimiento, los países cercanos al conflicto sufrieron una reducción de 2.35 millones de llegadas europeas en 2024.
Nuevos flujos, nuevos emisores.
Mientras Europa lidia con la percepción de inseguridad en su flanco oriental, América Latina y Estados Unidos ganan peso como mercados emisores. La fortaleza del dólar, la consolidación de rutas transatlánticas y el interés por experiencias culturales han convertido a ciudades como Madrid, Lisboa y Roma en polos de atracción para viajeros de alto gasto.
América Latina: tensiones políticas.
Un ejemplo cercano es el encontrón político entre México y Perú. Las desavenencias entre sus gobernantes derivaron en la cancelación de reservas de viaje en ambos sentidos y en la exigencia inmediata de visas para ingresar a sus territorios.
Reflexión final.
Las guerras de 2025 nos recuerdan que el turismo no es solo una actividad económica: es también un termómetro de la paz, la movilidad y la confianza global. Para los destinos, la clave está en diversificar mercados, reforzar la seguridad y construir narrativas innovadoras como el turismo circular. En tiempos de conflicto, los viajeros buscan países que transmitan seguridad. Los destinos que sepan ofrecerla serán los que mantengan el rumbo.
Claves del análisis.
1. Turismo como termómetro de paz: las guerras reconfiguran flujos y confianza global.
2. Oriente Medio: pasó de liderar la recuperación post-COVID a sufrir caídas masivas tras Gaza.
3. Europa mediterránea: gana atractivo como “puerto seguro”.
4. América Latina: tensiones políticas (México–Perú) muestran cómo la diplomacia impacta directamente en reservas.
5. Resiliencia ucraniana: incluso en guerra, el turismo oscuro y los ingresos fiscales mantienen cierta actividad.
Fuentes:
Panel de Datos de Turismo de la ONU | Indicadores clave
https://www.ushmm.org/es/reference/frequently-asked-questions/camps
Sector turístico de Ucrania en 2024: Más de 3 mil millones de UAH en contribuciones fiscales
Los efectos del conflicto de Oriente Medio en el turismo en la región MENA
War in Gaza hit tourism industry hard, net loss in billions | The Jerusalem Post
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