domingo, 12 de enero de 2014

Pensando en nuevos destinos turísticos

Los exitosos proyectos de turismo de España,  Francia, México o el de COPESCO de entonces, explican claramente la enorme necesidad de planificar y ordenar el territorio partiendo de una realidad concreta como el  desorden, caos, especulación,  necesidad de una demanda,  inversiones  públicas y privadas, constitución de un ente responsable de los resultados,  participacn activa de un  equipo múltiple de profesionales y especialistas, generar empleo productivo, desarrollar una región desde el punto de vista prioritario del turismo.

Sin duda que las autoridades tanto de los casos españoles, mexicanos, franceses y peruanos han acertado en sus pronósticos de crecimiento y cambio de sus realidades desde que concibieron las primeras luces de sus proyectos. Décadas después, los  resultados son exitosos por cualquier lado en que se les mire.

No obstante, en aquel entonces las disciplinas del saber como la ingeniería y arquitectura imperaban en el pensamiento de la planificación. Los enfoques usualmente aceptados eran el del desarrollo económico, comunitario y el urbanístico. En la década del 70 la noción de planificación cambia sustantivamente con la llegada de diversas y nuevas disciplinas dándose dos situaciones insospechadas:

a)    La manera de encarar la planificación ya no es tan rígida sino que ahora pasa a ser interdisciplinaria donde las opiniones de diferentes áreas son tenidas en cuenta en una primera etapa.
b)    Luego aparecen los llamados actores sociales que participan en esta planificación donde se enfatiza el proceso de gestión que hace uso del territorio y en donde la opinión de dichos actores se escucha e interpreta como un elemento válido.

En ambos escenarios, la planificación del turismo se basa en principios generales que orientan la explicación de varios hechos específicos que hemos observado en el terreno pendular de la riqueza y la pobreza en el mundo en el que el turismo es un protagonista excepcional.

Esto implica un marco de referencia que contiene un punto de vista sistemático  de distintos fenómenos como la pobreza, economía, gobiernos, política, futuro, ventajas competitivas, PBI, riqueza, economía primaria, secundaria y terciaria, etc. que hay que vincular y relacionar para trazar diagnósticos y objetivos de largo plazo.

Para cada caso de planificación, es preciso construir planteamientos nuevos cuyos alcances y profundidades permitan descubrimientos de la realidad actual y efectuar proyecciones y escenarios futuros. El rasgo fundamental de esta realidad es que los llamados países ricos han pasado a un nuevo plano del mercado internacional, pues venden y comercializan básicamente bienes correspondientes a la economía secundaria y han dado un salto gigantesco hacia el boom de la economía actual: la terciaria.

Por tanto, producir bienes y servicios en esa magnitud significa poseer el conocimiento y la tecnología para llegar a tal grado en la producción.Es decir, los países ricos que poseen estos instrumentos tienen aseguradas varias décadas de bienestar y prosperidad para sus pueblos.

Inversamente, los países pobres carecen del conocimiento y tecnología para crecer lo que los pone en un trance infranqueable para salir de esa situación. Se sustenta esta realidad desde el momento en que la mayoría de países pobres aún persiste en posicionarse en una economía primitiva denominada primaria con la que conviven hace os.

Estimo que la distribución de la riqueza sigue y seguirá siendo desigual en la medida en que el statu quo se mantenga. Ahora bien, el detonante de esta situación es uno solo. Ser portador del conocimiento y la tecnología. Aquellos que los poseen se explican por su alto nivel de educación impartida en sus escuelas universitarias e institutos de investigación. Entonces habrá que planificar este nuevo escenario.

Nos preguntamos: ¿Cuánto tardará un país pobre, laborioso, creativo y emprendedor como el Perú  para competir con uno como Bélgica por ejemplo en la producción de bienes? Siendo benévolos, estimamos que no menos de dos décadas. Tal vez sea un caso similar o de mayor magnitud para otros pobres. Pero es más sorprendente constatar que precisamente estos países pobres continúan dramáticamente con dichas políticas ecomicas de afianzar su economía primaria lejos de dar un salto cualitativo hacia la economía terciaria.

Nos seguimos preguntando, ¿Por qcontinuar con este esquema de desarrollo que sólo causa pocas oportunidades de empleo, usualmente sofisticado en la preparación de sus cuadros, que enajena, destruye y contamina?  ¿Por qué la clase potica y dirigente de nuestros predios tiene este pensamiento trasnochado?  ¿Por qué no damos un giro novedoso y planificamos hacia la economía terciaria para vender turismo que genera desarrollo más rápido, con más empleo directo e indirecto que todos los otros sectores de la economía mundial?


Identifiquemos los casos del Perú, Ecuador, Costa de Marfil y Kenia, un puñado de desafortunados del conocimiento y la tecnología. ¿Habrán llegado a un nuevo plano de su desarrollo en el 2021 vendiendo materias primas o vendiendo turismo que es lo que tienen mejor, a la mano y de maravilla? Esa es la cuestión a resolver por la planificación.

Extraído del libro Planificación Turística de Nuevos Destinos. 2da. Edición. 2014. Carlos Villena Lescano.

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