Se avecina un cambio de gobierno
en julio del 2016 fecha en la que el pueblo del Perú elegirá, en abril, uno
nuevo para el período 2016 al 2021. 20 organizaciones políticas entrarán a la
danza de conquistar los votos de los ciudadanos, ojalá que esta vez sean
electores plenamente informados por quién están votando. De aquellos 20
partidos políticos plenamente inscritos y registrados por la autoridad
electoral, están pendientes de agrandar esta cifra unos 9 más en las semanas que corren. De ser así, tendríamos 29 candidatos a tomar las riendas
del poder.
Fuente:
http://portal.jne.gob.pe/prensaypublicaciones/archivonoticias/Paginas/EL2015SEINICIACON20PARTIDOSPOLITICOSINSCRITOSENELJNE.aspx
Insólito y absurdo. Dicen que así
es la democracia. Pero el asunto de fondo que nos congrega es si los 29
candidatos y partidos políticos que habrán, estarán en posición de ofrecer
planes de gobierno, ideas, plataformas, propuestas y soluciones ingeniosas para
salir de la pobreza, producir más, propiciar muchas más inversiones, generar
empleos y convertirnos en una nación moderna. Esto quiere decir si tienen los
suficientes cuadros técnicos y profesionales para preparar planes de avanzada,
cortos, precisos, alcanzables y no las falsedades que nos suelen presentar cada
5 años.
El asunto de fondo no es hacer un
plan sino cómo y quién lo ejecuta. He allí la cuestión porque a lo largo del
tiempo y con la llegada de un nuevo gobierno, y en el caso concreto del
turismo, nos hemos sorprendido, una vez más por los indocumentados que han
llegado sin planes en mano, sin tener conocimiento profesional, ni estudios ni
experiencia sectorial y menos profesional en turismo u hotelería. Cómo crecer
así?
En estos momentos los partidos
políticos están en pleno proceso de elaborar sus planes de gobierno los que
deben de presentar formalmente a la autoridad electoral en enero del 2016 sí o
sí. No sabemos si en ellos la participación u actuación del turismo es de un
sector cualquiera o si es trascendente, motor de la economía o uno más de la comparsa.
Sobre este tema, he escrito bastante en este blog. Sin embargo, dependerá mucho
si los creativos son un equipo multi dimensional con profesionales de turismo o
cercanos a ellos o son sencillamente gasfiteros, verduleros o carniceros del
mercado de la esquina como siempre ha sido.
Sin embargo, me voy a permitir
contribuir con los que elaboran los planes de turismo con algunos elementos que
me parecen que son ineludibles para el 2021. En otros términos, lo que no debe
de faltar. Veamos:
1. Metas concretas, precisas y
sin chamullo.
Traigan cifras concretas sobre el
crecimiento en términos de PBI sectorial, regional y provincial proyectado al
2021. De la misma manera las inversiones privadas a captar y en consecuencia,
los empleos a generar. Ojo que cada año se incorporan al mercado laboral 250
mil jóvenes. No indicar cómo vamos a aportar a la solución de este problema
será letal para cualquier partido político que se precie de tal.
En este acápite, creo que es
capital también decir cómo se va a incrementar el nivel de producción y consumo
que se va a promover en turismo en todos sus mercados, los salarios que se van
a generar y los impuestos que el Estado va a cobrar por esta riqueza generada.
En este sentido, sabré de entrada
el nivel de plan de turismo que traigan cuando hablen en términos simplones
como turistas a traer del turismo receptivo, interno y divisas. Esas
referencias no dicen nada para un sector grande como es el turismo. Así era hace 40 años cuando ingresé al sector desde la Escuela Nacional de
Turismo. Hoy en día las cosas son de otra manera.
2. La Organización institucional.
Deben de decir cómo van a
resolver este problema. Qué hacer con el sector más disgregado y fraccionado
del mundo a saber: VICEMINISTERIO DE TURISMO, PROMPERU, CENFOTUR, COPESCO. Ojo.
Este asunto no se resuelve con crear un nuevo ministerio de turismo como
algunos creen sino con un ente eficiente, pequeño, altamente profesional y con
un solo comando. En la era de las reducciones de ministerios, caerá mal decir
que van a crear uno nuevo. Consultar a la presidenta de Brasil que acaba de
reducir de 38 a 22 los ministerio de ese país.
3. El factor Machu Picchu
Si los autores de los planes de
turismo de los partidos algo saben de turismo, ojalá que así sea, la resolución
de este problema es más que esencial. Creo firmemente que la gestión de este
producto que tiene otra dimensión en el aparato del Estado, no debe quedar en
manos ni jurisdicción de la autoridad distrital, provincial ni regional del
Cusco. Así arda Troya. Si los nuevos gobernantes tienen pantalones bien
puestos, este ícono debe tener una administración nacional debido a que desde
que el turismo existe en Cusco hace 82 años han podido mostrar eficiencia en la
ciudad pero no en el distrito de Machu Picchu donde el desarrollo urbano es peor
que el mismo infierno.
Nadie quiere allí libertad para
abrir los negocios de transporte por ejemplo. Es una actitud de monopolio
solapada. El que vaya con la idea de poner un teleférico, por ejemplo u otra
empresa que compita con la única que existe sin querer que entre otra, es un pecado mortal. Los que quieran hacer
cambios acá, tendrán nuestra simpatía
por esa causa.
4. PENTUR
Hemos tenido en un lapso de 10 años 3 planes
de turismo: 2005˗2015, 2008˗2018 y 2012˗2021.Y se anuncia uno más en el camino.
Es un nuevo récord mundial. Todos ellos han sido presentados y aplaudidos a
rabiar pero ninguno de ellos ha sido
ejecutado según sus propias metas por la increíble negligencia de
dejarlos vivir o morir a su suerte. Pecado mortal tanto de la autoridad
gubernamental pero peor aún de la actividad privada que suele mirar este asunto
con displicencia y ninguneo ante los cambios habidos salvo algunas pocas voces.
¿Qué hacer? Me parece que los
nuevos gobernantes deben de encarar esta absurda situación con la mayor
prioridad. La elaboración de un plan de esta categoría implica la actuación de
TODOS los actores. Sin excepción. Debe ser corto, pequeño y alcanzable a la
hora de la evaluación. Plan que no se evalúa y se mide por sus impactos no
sirve para nada y es otro show como los
que ya hemos visto en el camino. Es un plan que debe quedar para el largo plazo
y no para el 2021.
5. El Plan de turismo del norte
del Perú.
Los años que vienen no pueden ser los mismos para los de ahora en
materia de turismo. He sustentado en este blog el enorme potencial que tiene el
norte respecto del sur por sus implicancias en los grandes segmentos del mundo
que compran nuevos productos. Una manera de tener una visión de Estado en
turismo es construir el producto del
norte en sus distintas variables en función de la naturaleza de los segmentos y
nichos.
Es esencial incluir este tema en
cualquier plan de turismo del Perú. Las ventajas y resultados a obtener
equivalen a un nuevo yacimiento de gas o petróleo.
6. Plan de Infraestructura básica
para el turismo
No podríamos crecer de manera
alguna si no tenemos asegurada la inversión pública o en la nueva versión
pública˗ privada en infraestructura básica. Esto es, si los nuevos destinos o
los ya existente puedan ser competitivos.
Por ejemplo, el teleférico a
Choquequirao, buena decisión del gobierno actual, sería mejor si se acompaña
con la carretera, ahora de tierra, que
va desde Chachapoyas hasta este centro arqueológico. Sin ella, no seremos
competitivos. Y así. El ingreso a Caral
sin carretera de ingreso. La rivera de Tumbes y Piura para promover grandes
inversiones en hotelería.
Hasta acá nuestro primer aporte
que continuará.
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