Ayer 20 de enero de 2025, el presidente Donald Trump se hizo cargo del gobierno norteamericano en un escenario que corresponde a la toma de mando de un jefe de Estado. Muchos presidentes de otros países e invitados especiales estuvieron de testigos para escuchar con solemnidad el esperado discurso de orden del que también el mundo entero aguardaba.
Sin duda que su presentación ha sido sorprendente por el apasionado contenido oral y escrito sobre la vuelta de USA a sus días de gloria como poderoso país en lo económico, industrial, militar y tecnológico. Ha dicho el presidente que desde hoy, su país volverá a ser la potencia que ha dejado de ser en los últimos años.
De su discurso, ha llamado mi atención algunos contenidos que quiero observar con detenimiento por sus implicancias en la economía de los países latinoamericanos y las consecuencias que podría acarrear para el turismo, concretamente en el Perú y los demás de la región. Veamos:
Comenzaré de inmediato la revisión de nuestro sistema comercial para proteger a los trabajadores y las familias estadounidenses. En lugar de gravar a nuestros ciudadanos para enriquecer a otros países, aplicaremos aranceles y gravaremos a los países extranjeros para enriquecer a nuestros ciudadanos. Con este propósito, estamos estableciendo el Servicio de Impuestos Externos para recaudar todos los aranceles, aranceles e ingresos. Serán cantidades masivas de dinero que entrarán en nuestra tesorería provenientes de fuentes extranjeras. El sueño americano pronto regresará y prosperará como nunca antes.
Quiere decir que los aranceles, tasas e impuestos de bienes y servicios que ingresen a USA tendrán un costo mayor. Hoy día mismo, acaba de incrementar todos los impuestos a productos provenientes de Canadá y México a 25% más. Y los de China a 100%. Sin duda que estos tres países han de reaccionar de la misma manera abriéndose un escenario de guerra comercial que sabe Dios en qué terminará. Lo que sí es un hecho que Trump ya abrió fuego con sus primeros cañonazos.
Ahora bien, el asunto con el Perú tiene sus bemoles. Entre octubre 2023 y setiembre 2024 Perú exportó bienes agropecuarios a USA por 6126 millones de dólares siendo ese país el primer destino de las exportaciones en este rubro. Por extensión, les vendemos minerales/metales, textiles, productos pesqueros, petróleo crudo, café, cacao, artesanías, paprika, alcachofa, uva, mango, mandarina, espárragos. Como suele suceder, no aparecemos en estas listas porque el turismo se mide con otro instrumento llamado Cuenta Satélite.
¿Qué dicen los gurús de la economía peruana sobre este entuerto? Ha dicho el archiconocido profesor Jorge González Izquierdo que la economía gringa se ha de acelerar por las políticas arancelarias de proteccionismo, por bajar el impuesto a la renta de empresas corporativas y desregular la economía de su país. Si esto se ejecuta, ya empezó la cosa, el impacto en las exportaciones a Estados Unidos se verá afectado negativamente. Sería terrible porque, calcula nuestro interlocutor, que se podría aplicar aranceles al Perú y demás con el 15% y 20% a todos los productos que ingresen al país del tío Sam. Ojo que actualmente, gran parte de los productos peruanos que ingresan a USA tienen como arancel 0%.
¿Entonces qué papel juega el turismo en este contexto?
Si las exportaciones de bienes se ponen en negativo, las exportaciones invisibles como el turismo pueden salir al frente si existiera una política gubernamental al estilo Plan B o la salvación del juego. No hay otra salida, es decir, un trabajo marketero de impacto que reconquiste el mercado norteamericano empezando por la correcta elección de los segmentos. En mi opinión, la mayoría de turistas procedentes de los Estados Unidos que llegan al Perú, unos 600 mil el 2024, tienen ingresos anuales que no llegan a los 100 mil dólares anuales. No hemos apuntado a los de mayor ingreso como aquellos que representan el 10% de los salarios anuales de USA que alcanzan más de 200 mil dólares.
Para que quede claro a mi audiencia, el turismo receptivo equivale a las exportaciones de bienes cuya diferencia es que los servicios turísticos no salen ni se llevan salvo las artesanías, piscos y vinos pero los dólares toman la misma dirección que una exportación cualquiera, es decir, las divisas entran. No depredamos, ensuciamos ni destruimos. Al contrario, protegemos todas nuestras riquezas y recursos.
Cada turista norteamericano que llega al Perú tiene un gasto promedio de 2 mil dólares y se queda 11 noches. Se pueden imaginar si recibiéramos unos 5 millones de turistas de USA multiplicado por el mismo gasto, entrarían a la economía peruana unos 10 mil millones de dólares, es decir, más del doble de toda la exportación agropecuaria. Aunque nosotros también tenemos un pequeño arancel de 15 dólares por cada pasaje aéreo vendido con destino al Perú, no es aplicable a los demás servicios ofrecidos y comprados.
En suma, el discurso del señor Trump nos pone contra las cuerdas de las cuales es preciso apelar a todos los caminos para salir de este embrollo con alternativas como el turismo de la manera más rápida posible si hay voluntad de hacerlo.
Fuentes:
1. ¿Cuál será el impacto económico en Perú del segundo gobierno de Donald Trump?
https://www.newsmonitor.biz/Viewer/postview.aspx?CLI=561&PAU=5847481&CLIP=4277032
2. Reporte Comercial Perú-USA 2024. MINCETUR.
https://consultasenlinea.mincetur.gob.pe/rep_comer_bilat/comercio
3. Discurso del presidente Trump ante el Congreso.
https://www.youtube.com/watch?v=qhfrXsw9f6o
4. Acuerdo de Promoción Comercial PERÚ-EE.UU. TLC.
https://www.acuerdoscomerciales.gob.pe/En_Vigencia/EEUU/inicio.html?form=MG0AV3.
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