domingo, 29 de junio de 2014

Ley universitaria aprobada y las escuelas de turismo

El Congreso de la República del Perú aprobó el viernes último la Ley Universitaria en un debatido texto que ha generado bandos y oposición. Tirios y troyanos. Su puesta en ejecución ahora depende de la promulgación por parte del presidente de la República cuya rúbrica, no dudo, ha de estampar sin chistar.

El fondo de la cuestión es que un nuevo escenario se crea a partir de ahora: Eliminación de cuajo de la Asamblea Nacional de Rectores y en su lugar la Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria,  elecciones de nuevas autoridades al interior de cada universidad en 55 días. Todas la autoridades mediante voto de estudiantes y profesores. 

Se crean cosas novedosas que me parecen trascendentes para las escuelas de turismo: El 25% de los docentes de la planta laboral debe de ser de profesores a tiempo completo. La aparición de la figura del profesor investigador que recibe el 50% de bonificación adicional sobre su honorario por el hecho de investigar. La existencia de Institutos de Investigación sí o sí.  Que los docentes posean una maestría. Y la acreditación de cada escuela, facultad y especialización. Ahora bien, qué es lo que hay que  erradicar en nuestras escuelas que conozco al dedillo y que repito de mi post de hace meses:

Cuáles son los problemas centrales de nuestras escuelas de turismo universitarias? Respuestas de testigo presencial.

1. No opinan  nada de nada. Silencio total y oscurantismo. Es decir, lo esencial de la universidad que es emitir opinión sobre los grandes temas sectoriales, por ellas no pasa nada. Esto es para las 45 escuelas e turismo del país. Me da vergüenza  ajena. Es la debilidad más grave que acarrea a otras.

2. Investigación científica. En el mismo plano que la investigación en general, las escuelas de turismo no investigan salvo el caso de la Universidad de San Martín de Porres que cuenta con un instituto específico. Lo demás no es serio. A este respecto, creyendo que investigan,  solicitan tesis de grado a sus alumnos....y dan de plazo 15 semanas... No es serio. Una tesis en 15 semanas no alcanza ni para hacer un capítulo de fondo. Pero así es el pensamiento de la mayoría de directivos de las escuelas. Más aún, sus tutores no tienen  ni el conocimiento ni la experiencia en turismo. Bastará leer en este blog la archivos de asesoramiento de tesis de turismo que ofrezco gratuitamente a desesperados muchachos que no tienen orientación.

3. Equipamiento e infraestructura. Reconozco la excelencia de su equipamiento a las universidades: San Ignacio de Loyola, Cordon Bleu, San Martín de Porres,  Ricardo Palma y UPC. Las demás acusan serios problemas para el aprendizaje. No tienen talleres mínimos como los de Alojamiento, Restaurant, Cocina, bar, Recepción, Global Distribution System. Es impensable que alguien que no haya pasado por estos talleres sea competitivo.

4. Biblioteca. Me es sorprendente que las escuelas no tengan bibliotecas especializadas, menos libros de turismo, hotelería y gastronomía. Por consiguiente, no hay un plan lector  de los libros esenciales que todo estudiante de turismo debe leer sí o sí. Y cuando los hay, he encontrado un libro de un título usado por 500 alumnos. Sin política de lectura, será difícil que el graduando tengo un discurso personal acerca del turismo en el Perú  y el mundo.

5. Planes de estudio. Es preciso una revisión exhaustiva de este tema comparándonos con otras escuelas de América. En mi condición de Socio Fundador de la Confederación Panamericana de Escuelas de Turismo y Hotelería, CONPEHT, debo decir que unas cuantas están a la altura de cualquiera de ellas. Modernas, equipadas, con un staff de profesores de nivel, experimentados. Vale la pena. Pero con el boom de la gastronomía, apareció esto:  Licenciado en Turismo, Hotelería  y Gastronomía. Es decir, ni chicha ni limonada. En 10 ciclos, van 3 ciclos por cada especialidad. No creo que sean competitivos así.
Sin embargo, reconozco también la política correcta elegida por  las más centradas que han optado por una sola especialidad en sus planes de estudio.

6. Profesores y Directores. Este es el verdadero talón de Aquiles de las escuelas que hace que no tengan especialistas y profesionales de turismo entre sus cuadros docentes. En las escuelas públicas, primero va el profesor de la escuela de medicina que no tiene nada que hacer pero que es amigo del decano. Acá sí tiene lugar. Mucho menos la idea del profesor investigador no existe. Esto hace la diferencia entre una universidad chicha y una europea. 

Digo esto porque provengo del Centro de Altos Estudios Turísticos de la Universidad de Aix Marsella. De modo que tengo una idea bastante clara de lo que significa investigar. A esta universidad francesa le debo mi obra de investigación traducida en más de 19 títulos publicados. 

La acreditación hará posible entonces que estos temas afortunadamente previstos en la nueva ley sea la llave maestra que nos lleve a otros planos del desarrollo. Sin escuelas de turismo exitosas y de excelencia no le podremos decir al Perú que podemos llevar al turismo más allá de su conocida mención.   


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