El próximo domingo 10 de abril del 2016, se realizarán las Elecciones Generales del Perú para elegir a los nuevos gobernantes que conducirán las riendas del país hacia una fecha memorable: El 28 de Julio del 2021 fecha en la cual el Perú cumplirá 200 años de vida independiente como nación. Desde hace algún tiempo, el país se prepara para conmemorar esa célebre efemérides que nos ha puesto a reflexionar hasta dónde hemos llegado, qué hemos logrado y cuánto nos falta para llegar a ser un país del primer mundo y miembro de la OCDE.
Los candidatos, que son como pulgas en panza de perro, abundan y son de todos los pelajes de la política criolla. Algunos son entusiastas y voluntariosos, otros con algunas ideas claras sobre la economía del mundo, otros con experiencia de gobierno, otros más pensando aún en la izquierda y en la derecha y finalmente, la mayoría, sólo aspira llegar sin saber lo que hará después.
Pero la visión de Estado está ausente desde el momento en que los electos una vez en palacio de gobierno dejan de lado una de las potencialidades y motores de la economía como es el turismo como una de las actividades secundarias, de segunda clase y de relleno sin comprender que es, con otros sectores más, la que genera el mayor número de empleo directo e indirecto, permanentes y eventuales. Pero su mayor ventaja es que es un sector que produce el mayor valor agregado de todos y de producción nacional.
Observar y usar esta ventaja competitiva puede catapultar al Perú hacia nuevos caminos. Esto la ha señalado hasta la saciedad el Banco Mundial, la OMT, la OEA, el FMI, BID y otros tantos. Desconocer esta realidad apabullantes es tener una falta de visión de Estado para el que llegue y los que lo acompañen.
En esa medida, asumiremos un papel directo y sin medias tintas al analizar, evaluar y opinar acerca de los planes de gobierno que nos traiga cada cual y así no equivocarnos. Esto implica que daremos a conocer a nuestros seguidores estos documentos y en lo que concierne al turismo, lo que piensan hacer con este sector. No será la primera vez que hacemos esto operación, de manera que este blog tiene bastante experiencia en tratar estos temas sectoriales. Nuestro fin es sencillamente en aportar y contribuir con el proceso de elecciones antes, luego durante y después.
Por adelantado y para los que forman parte de las planes de gobierno les doy algunas pistas para no proponer barbaridades y no meter la pata. En mi opinión, los planes de gobierno en turismo perdedores y por los que nunca habría que votar serían. Diré por el momento 6 cosas:
1. Aquellos que no se enmarquen dentro de la Constitución Política del Perú 1993. Es decir, los que estén fuera del rango de respeto al Estado de Derecho, Democracia, respeto a los Derechos Humanos y la práctica intensiva de la economía de libre mercado. Es esencial esta consideración porque es una de los indicadores de medida internacional de los Informes Anuales de Turismo del Foro Económico Mundial.
2. Aquellos documentos que no se inserten dentro de una reforma del Estado están fuera de juego y obsoletos. Es decir, para aquellos que siguen la idea de que debemos de tener un ministerio de turismo sin pensar que el Estado se debe de reducir a su mínima expresión y ser eficiente. Para los seguidores del sueño del ministerio propio, por ellos no pasa nada en materia de cambios hacia el 2021. Es decir, más de lo mismo.
3. No votaría nunca por aquel que me venga a hablar de mejora de la oferta sin plantear un Plan Nacional de Infraestructura Básica para el turismo. Sería un absurdo sin límites.
4. El sueño de la línea aérea de bandera con dinero de los peruanos es un ejercicio de abstracción, candidez y asalto a la caja fiscal. El que quiera línea aérea propia que la ponga con su plata y no con la mía.
5. El plan que permanezca el stato quo de la actual organización estatal del turismo, pediré por calles y plazas que no voten por él. Es la única organización con mil cabezas. Y todas opinan y actúan por su cuenta. Peor aún, sin cuadros profesionales del turismo calificados. Por ejemplo, los gobiernos regionales del turismo son una lágrima.
6. El plan que no promueva las inversiones, especialmente las microscópicas hasta las gigantes está fuera de juego. Sin ellas no se puede generar empleo. Seguiremos en la brega.
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