Cedo mi columna de los domingos al Señor Pedro Pablo Kuckznski, candidato a la presidencia de la República por ser el primero que se manifiesta abiertamente acerca del turismo en el Perú. Y dice así:
La hecatombe de los precios de los minerales nos obliga a pensar muy seriamente en qué alternativas tenemos para seguir con una economía en crecimiento. La agroindustria sin duda alguna tiene un enorme potencial. Pero se habla menos del turismo, sector que está creciendo con dinamismo, pero podría avanzar muchísimo más.
En los últimos quince años, el turismo ha crecido fuertemente en el mundo y también en el Perú: cada diez años se multiplica el número de turistas en nuestro país. Pensamos que la actual tasa de crecimiento, alrededor de 7% a 8% anual en los ingresos por turismo, podría acelerarse hasta 12% a 13% anual; o sea, una duplicación en seis años.
¿Qué hacer?
* Lo primero, sin duda alguna, es mejorar la infraestructura, principalmente en los aeropuertos, pero también en todo el sistema vial. Por ejemplo, hace pocas semanas, el presidente Humala colocó la primera “piedra” para un teleférico que facilite la llegada a Kuélap, un monumento arqueológico único en el mundo, pero al cual solo van en promedio cada día unos diez a quince turistas. El problema es que el aeropuerto de la zona, cerca de Chachapoyas, es totalmente inadecuado, con una pista demasiado corta y sujeta a fuertes vientos. El teleférico sin una mejora del aeropuerto u otro nuevo, por ejemplo en Bagua, no servirá de nada: para llegar desde Chiclayo se necesitan unas ocho horas de auto.
* El aeropuerto de Lima-Callao ha sido totalmente superado por el crecimiento acelerado del número de pasajeros. En el año 2000 eran menos de 5 millones anuales, hoy son 16 millones. Cuando se empezó el entonces nuevo aeropuerto hace 14 años, se pensaba que se llegaría a esa cifra en el año 2026, pero estamos ahí ahora: el resultado es demoras, falta de mangas para los aviones, congestión en el tráfico, estacionamiento vehicular demasiado pequeño y muchos otros problemas. Hay un buen proyecto de expansión del aeropuerto, con una segunda pista y un nuevo terminal internacional del lado oeste de la nueva pista; sin embargo, a pesar de que se empezó el proceso de adquisición de los terrenos hace más de diez años, todavía falta entregar casi la mitad de los terrenos necesarios. Es más: el túnel de la Av. Gambetta, actualmente en construcción pero retrasado, está impidiendo el proyecto de la nueva pista y terminal. Llevamos años en este tema.
* El sector privado está muy interesado en construir nuevos hoteles y facilidades turísticas, pero la permisología y la burocracia frenan estas inversiones. Por ejemplo, los minibuses que se usan en los circuitos turísticos enfrentan requisitos ridículos, que especifican buses muchos más caros y complejos que los que están hoy fácilmente disponibles. Los costos de un hotel nuevo aumentan por las deficiencias de la infraestructura, por ejemplo agua potable y saneamiento. Casi todos los nuevos hoteles tienen que construir sus propios sistemas.
* Las cuatro aerolíneas activas en el mercado interno están buscando expansión a nuevos destinos, como por ejemplo Jaén en Cajamarca y Jauja (sierra central), sin mencionar Tingo María, entre otros. Pero estos proyectos requieren más inversión en infraestructura. Tingo María, por ejemplo, tiene una pista de césped que se embarra cuando llueve.
* La inseguridad en el Perú frena el turismo. No hay nada peor para la reputación internacional del Perú que un asalto en la carretera Panamericana o un bloqueo del tren a Machu Picchu: se bloquea la vía férrea y el resultado es que Cusco se para. Debemos priorizar la seguridad a todos los ciudadanos y generar un ambiente para que el Perú se considere un destino favorito del turismo internacional.
* Tenemos importante turismo fronterizo en el norte y en el sur, especialmente en Tacna, a la cual acuden muchos vecinos chilenos en búsqueda de tratamiento médico. Este último turismo se podría duplicar fácilmente si lográramos bajar la retórica política que hay frecuentemente con nuestro vecino del sur. Tenemos también un inmenso potencial en el turismo internacional. Por ejemplo, hasta ahora, casi no vienen turistas de China, en parte por la distancia y en parte por la falta de organización especial que se requiere para ellos. Deberíamos concentrar nuestras campañas publicitarias a favor del Perú en varios países: Estados Unidos, Canadá, España, Francia, Alemania, Reino Unido, Japón, y luego China. Colombia, un país que sale de las guerrillas, tiene una campaña turística internacional muy exitosa que podría ser un buen ejemplo para el Perú. El turismo amazónico progresa lentamente, pero enfrenta grandes obstáculos: una ciudad como Iquitos está con basura, obras de alcantarillado abandonadas, el río Itaya sucio y lleno de plásticos, y la falta de un puerto (el río se desvió y se olvidó del puerto); la única ruta aérea internacional a Iquitos (desde Panamá) se clausuró recientemente.
Siempre es peligroso crear ministerios para solucionar problemas especiales, pero creo que se justifica crear un ministerio exclusivamente dedicado al turismo, con verdadera autoridad legal para arreglar los problemas que retrasan el potencial de este promisorio sector que genera trabajo, inversión y divisas.
Diario Correo del 15.11.2015
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