domingo, 29 de marzo de 2020

¿Qué podríamos hacer?

Desde el 13 d abril en adelante nos espera una ardua tarea: recomponer lo perdido, es decir, recuperar la demanda de consumidores de viajes y turismo. En otros términos, activar la cadena productiva. Para ello debemos de seguir la teoría económica más elemental que dice que para que esta funcione alguien debe de vender algo a alguien. 

Este pensamiemto nos conduce a analizar que paralizada la demanda en sus grandes vertientes, la receptiva, emisiva e interna, tal vez sea preciso preparar una operación comando y relámpago para volver a endulzar a la corriente más leal y al alcance : el  turismo interno. 

Pero eso significa tocar el precio. Mejores precios, ofertas ingeniosas, descuentos y promociones puede que sean salidas inmediatas para convencer y vencer esta batalla de emergencia cuyo plazo va a tomar su tiempo. 

Por ejemplo, una línea aérea ofrece una nueva oferta de pasajes a 33 dólares a Cusco ida y vuelta, 44 a Arequipa, 40 a Iquitos y Tarapoto y así válido hasta junio del 2020. No es este caso un modelo pero sí es la política correcta ante la situación. 

Las leyes del marketing plantean interesantes fórmulas para superar este aciago momento. Una de ellas es precisamente reactivar la demanda por vía del precio sin renunciar a la calidad. Segmentos y nichos son la base.

La reactivación de la economía nacional parte también por la decision del Banco Central de Reserva de liberar 2 mil  millones de soles  al mercado financiero con el fin de sostener la cadena de pagos y créditos. Aplica desde el 1 de abril.

Para los nuevos en el sector, creo yo la mayoría, es bueno recordarles que si bien nos enfrentamos ante una pandemia mundial, es bueno recordar que el Perú ha salido bien librado de otros suplicios.

En junio de 1986, sendero luminoso voló el tren que partía de la estación San Pedro a Machu Picchu. Murieron 8 inocentes turistas de diversas nacionalidades. Resultado inmediato: cancelación masiva de reservas de paquetes,  confirmaciones y reconfirmaciones. Fue un descalabro brutal en nuestro sector en el que el despido de personal fue doloroso.  

Tardamos en recuperarnos  pero fueron los precios los que movieron a la demanda nuevamente. Allì apareció el predecesor de Y tú qué planes. El famoso proyecto Cusco a tu alcance con paquetes y tarifas francamente sorprendentes. Luego el Arequipa a tu Alcance y sucesivamente. 

Salimos de esa con fueza y creatividad.

Tiempo después apareció el cólera. Para fines de 1991, enfermaron 322 562 peruanos de los cuales 2 909 fallecieron(tasa de mortalidad 9 por 100 000), 15 de cada mil habitantes acudieron a establecimientos de salud presentando síntomas del cólera. Además para este mismo año la enfermedad se había extendido a catorce países de América Latina y del Caribe sumando un total de 366 017 casos, siendo el Perú, el país, que agrupó al 83% de total de casos presentados en América. (1)

También salimos de esa. 

Más tarde llegó el dengue, (del que aún no podemos sacar del medio) y la gripe H191 en diciembre del 2009 cuyo resultado arrojó 9062 casos y 203 fallecidos. (2)

Igual salimos también de esa epidemia.

Entonces, tengo la seguridad que PROMPERU debe de estar preparando los planes de emergencia, los gremios empresariales y empresas independientes, la autoridad gubernamental nacional, regional y local alentando a  sus emprendedores para prepararse y competir.

Todo arranca haciendo un plan que se sostenga en el tiempo convocando a los protagonistas y actores de los destinos para proponer productos francamente atractivos. Con ellos, la demanda puede reaccionar favorablemente. Eso ya se hizo con éxito.

En suma, salir al frente y poner el pecho como antaño.

Fuentes: 

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