
Significa que los que desean salir de la trampa de ser el mismo negocio, se han trazado un rumbo para ser diferente para ganarse de verdad a su demanda. Han estudiado cuidadosamente a sus competidores y a su clientela. Han observado las fortalezas y debilidades de sus oponentes para salir al paso y ofrecer algo nuevo.
Significa también que tienen metas concretas a alcanzar o superar en materia de clientes, ventas y utilidades. Tras lo cual, tienen un espectro asegurado, una hoja de ruta y un camino a seguir. Es la brújula que conduce a un puerto, con nubarrones o huracanes. Existe un plan para navegar. Doy fe que conozco empresas y negocios que se preparan seria y profesionalmente para combatir.
¿ Cuál es lo contrario?


El resultado final es que el aparato productivo sectorial se ve mermado desde el principio por la falta de productividad y competitividad de sus unidades de negocio.
Es difícil encarar esta situación cuando los gobernantes del turismo se trazan metas de rendimiento para el 2015 cuando sus negocios no se preparan para dar esos saltos que la autoridad requiere de todos. Por ello es que el marketing, los planes de negocio o los documentos de gestión cobran un rol esencial para que el sector crezca corporativamente.
Entonces, para estos negocios, podrán cosechar aquellos que han sembrado en terreno fértil, preparado y abonado. Los que quieran cosechar sin haber puesto una semilla ni cavado un surco,
tendrán las manos vacías al final de la jornada.
Aún así, para los que no han tomado en serio esta obligada operación comando a efectuar, hay tiempo para retomar el futuro preparándose para los 10 meses que quedan.
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