domingo, 1 de septiembre de 2013

La minería informal y el turismo destructor.

Para nadie es un secreto que la  minería informal, la del Perú y muchos otros países, aquella que destruye los recursos naturales a vista y paciencia de la autoridades es un flagelo que desaparece del mapa en forma fulminante bosques enteros, contamina ríos y lagunas, ensucia el medio ambiente y deja el entorno inutilizable por décadas. Somos testigos de excepción de lo que ha pasado en Madre de Dios, refugio último de la naturaleza del planeta  con la extracción del oro a punta de mercurio en los ríos y los relaves dejados. Me indigna !!!

Pero también, no estando en la selva, he advertido que en muchos ministerios, escuelas de turismo y empresas de turismo, donde dicen  ser adalides de la conservación del medio ambiente y sus recursos naturales que venden a diario, las cosas van al revés.  Es más, muchos de estos negocios, tiene por visión y misión los principios de la protección y uso racional de tales recursos.

Según los entendidos en medidas, cada árbol de nuestra selva produce alrededor de 200 mil hojas A4. Ya hemos de haber destruido más bosques que todos los informales de los ríos que extraen oro con mercurio.  

Me hace gracia leer en los correos electrónicos, en la firma de los emisores, el encomiable mensaje de no imprimir. Pero veamos cómo actúan esas organizaciones en el terreno de los hechos concretos. Por ejemplo, el abundante papel que usan en sus comunicaciones internas y externas es una forma de hacer minería  informal. 

El Estado Peruano es bueno en este asunto pero sus oficinas están llenas de papeles que guardan en escritorios, archivos de palanca, dosssiers, informes, gavetas, credenzas, anaqueles. En todos ellos hay cientos de miles de papeles. Minería informal. Pero lo más trágico es que tenemos en nuestra administración pública a jóvenes pero con el pensamiento y acción de viejos. Lejos de actuar con la modernidad, exigen papeles, copias, duplicados, sellos, doble firma ... en fin. Nunca saldremos de ésta.

En las escuelas de turismo, me consta personalmente, es innoble entre lo que dicen defender y enseñar con lo que hacen. El caso de las tesinas, borradores de tesis y documentos finales son a punta de hojas A4. He visto en los  escritorios de directores de escuelas, cerros de proyectos de tesis o textos finales. En verdad, cerros de  papeles. Y son los mismos en cuyos discursos dedicados a los estudiantes, dicen defender el medio ambiente. Doble discurso. Minería informal. 

La solución a este problema indigno data de hace tiempo. Se llama la comunicación electrónica. Favor de leer Gobierno Electrónico, Decreto Supremo Nº059-2004-PCM del 11 de Agosto del 2004 donde se establecen disposiciones relativas a la administración del “Portal del Estado Peruano” en el que se estipula que la administración del Portal Electrónico está a cargo de la Presidencia del Consejo de Ministros a través de la Oficina Nacional de Gobierno Electrónico e Informática – ONGEI y se da jerarquía máxima al PEP entre las diferentes páginas web de la administración pública.

En mi condición de consultor en algunas ocasiones de instituciones públicas, es sorprendente constatar que están cortados con la misma tijera. Los documentos a presentar tienen que ser con 2 originales escritos, 2 copias de lo informe finales, copias y más  copias. Cuántos bosques habremos destruido. 

Para los que hemos abrasado la vocación del turismo como vehículo de preservación y aprovechamiento racional de los recursos naturales, este recuento me estremece, pero al mismo tiempo, es una campanada para reflexionar y  actuar sobre el calentamiento global y la conservación. Basta con que evites usar papel y pases a la vía electrónica,  ya habrás puesto lo tuyo.


   



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