sábado, 30 de agosto de 2014

Santa Rosa de Lima y el turismo religioso

Hoy 30 de agosto, como todos los años, celebramos la canonización en 1669 de Doña Isabel  Flores de Oliva, Santa Rosa de Lima, patrona del Perú, América, Indias y Filipinas. Acompaña en su santidad, 4 santos peruanos más que se codean con Dios todos los días y desde allí nos protegen: San Martín de Porres, San Francisco Solano, San Juan Masías y Santo Toribio de Mogrovejo. Espera en lista,  la Beata arequipeña, Sor Ana de los Ángeles. Todos ellos han sido elevados a los altares más altos de la fe cristiana de la iglesia católica.

Pero hoy es la fiesta de Santa Rosa, patrona al mismo tiempo de las enfermeras peruanas y de la Policía Nacional del Perú. Es la primera santa del Nuevo Mundo y como tal, tiene una larga fila de fieles, seguidores, admiradores, creyentes, entre los que me cuento. Pero esa fila de fans de la bella limeña no solo es de peruanos sino que viene desde el extranjero, particularmente de Chile, Filipinas, México, Ecuador, Colombia y otros países. 

Mi paisana tiene una enorme admiración por la vida religiosa que llevó y por los cuidados que daba a los desvalidos, enfermos y abandonados. En su honor, la ciudad que la vio nacer le ha levantado una maravillosa basílica en la que recibe las oraciones de sus fieles. Allí es visitada siempre, y particularmente hoy en el Pozo de los Deseos, donde se deja cartas dirigidas a ella pidiendo peticiones.

Esta descripción amerita una reflexión desde el punto de vista del turismo y el marketing. Sin duda que el turismo religioso en el mundo es una corriente gigantesca que mueve a millones de viajeros, gastos, consumo y empleo. Qué decir de las visitas  a Lourdes, Fátima, Belén, Jesusalén,  Roma, México o las peregrinaciones a Santiago de Compostela. La OMT estima que entre 300 o 330 millones de turistas visitan los principales lugares de culto del mundo cada año. Ver en http://media.unwto.org/es/news/2013-07-24/santiago-de-compostela-acoge-el-primer-congreso-internacional-sobre-peregrinaciones-

Entonces, es preciso echar una mirada más detenida a este segmento del que en América Latina somos muy ricos, particularmente el Perú cuyas fiestas religiosas se cuentan por cientos en el año. Santos y santas, cruces, mamachas y papachos, vírgenes y niños dioses son el patrimonio que genera millones de turistas en  busca de su fiesta o santo preferido. En realidad son miles pero desde el punto de de vista del mercado sabemos poco. Menos nuestra cuota de mercado de esos 300 millones de turistas que calcula la OMT. 

Tengo la percepción que lo que se mueve detrás de la oraciones, son miles de viajeros que van de una ciudad a otra. Los casos son abundantes entre los que cito dos exitosos. La Virgen de la Candelaria de Puno es un verdadero  motor y explicación de lo que sostengo acá. Miles de visitantes, nacionales y extranjeros  van a buscarla y bailar con ella. El Señor de los Milagros de Lima, cuyas procesiones se suceden en Santiago, Nueva York, París y Milán todos los octubres de cada año.  

Es un excelente tema  para investigar  y sacarle partido a este nicho al que sólo miramos de soslayo. Creo que puede ser objeto de una tesis de grado de algún graduando o del interés de un emprendedor que observe acá una oportunidad de negocio para seguir honrando a estos santos.

Hemos señalado que la Organización Mundial de Turismo -OMT-, sostiene que el turismo religioso mueve a unos 300 millones de viajeros en el mundo, quienes con la intensión de visitar los lugares emblemáticos de las distintas religiones, generan unos 17 398 millones de dólares.

Cerca de la mitad de esos 300 millones de personas viaja a santuarios relacionados con la fe cristiana, siendo los lugares más visitados en el mundo la catedral de Guadalupe de México, con 10 millones de visitantes al año, San Pedro del Vaticano (7 millones), Jerusalén (6 millones), Fátima (4.5 millones) y Santiago de Compostela (4.5 millones).

México congrega anualmente a unos 16 millones de fieles, que se trasladan desde diferentes lugares del país a visitar santuarios y buscan paquetes turísticos que incluyan servicios como hospedaje, transporte y recorridos.

La Basílica de Guadalupe en ciudad de México es el principal santuario de América Latina, es uno de los destinos turísticos religiosos más visitados internacionalmente. Pero la República Mexicana, también ofrece destinos para el turismo de reflexión, que no tiene un carácter propiamente religioso, pero brinda serenidad a quienes lo realizan, al estar en sitios de tranquilidad como monasterios, conventos, lugares sagrados o teniendo contacto con la naturaleza.

La fe no sólo mueve montañas, también impulsa el turismo religioso o espiritual, en México este tipo de turismo está arraigado por la tradición de las celebraciones, la realización de juramentos y el cumplimiento de “mandas” o promesas.

República Dominicana por su parte, tiene potencial como destino de turismo religioso. El predicador católico Salvador Gómez ha afirmado que la República Dominicana tiene grandes cualidades para desarrollar el turismo religioso, por ser esta parte de la isla el lugar donde se celebraron por primera vez innumerables actividades religiosas en el nuevo mundo.

El predicador salvadoreño llego a definir a la isla como El Belén de América, durante una entrevista con el ministro de Turismo dominicano Francisco Javier García. “Es algo único en el mundo, antes acompañaba grupos hasta Tierra Santa, ahora estos grupos los traigo aquí, porque para nosotros esto es tierra santa; La Isabela, el lugar donde se celebró la primera misa del nuevo mundo es el Belén de América”, destacó el predicador.

Monumentos como la Catedral de Santo Domingo, primada de América, el monumento Fray Antón de Montesino, donde se celebro la primera declaración de los derechos humanos en el mundo, las Ruinas de San Francisco, una gran cantidad de iglesias de la Ciudad Colonial, así como los monumentos que contemplan la Ruta de la Fe, los cuales son atractivos que no se pueden ver en ningún otro lugar.

A su vez, Colombia es un atractivo destino para la práctica de turismo religioso, actividad que se encuentra enmarcada en una profunda tradición y está representada por diversas culturas y templos maravillosos que atraen turistas de diferentes lugares del país y del mundo.

De acuerdo con las cifras entregadas por el Viceministerio de Turismo, se calcula que 890 mil personas visitan anualmente Colombia por razones religiosas, es decir, en desarrollo de actividades como la Semana Santa o fiestas en los santuarios.  De éstas, 20.000 entran por los aeropuertos y los restantes lo hacen por vía terrestre, desde Ecuador, Brasil y Perú.

En el Perú, los templos coloniales atraen a miles de turistas locales y extranjeros que cada año visitan los destinos de este país sudamericano, donde también son una opción para el viajero las celebraciones de carácter religioso, tanto en la capital Lima como en ciudades del interior, ente ellas Cusco y Ayacucho. Existen celebraciones espectaculares de la fe religiosa peruana como la de la Virgen de la Candelaria en Puno, la Virgen de Chapi en Arequipa, el Señor de los Milagros en Lima, Santa Rosa y San Martín de Porres. Estos dos últimos santos peruanos  guardan aún en sus templos donde vivieron un gran magnetismo para los visitantes nacionales y extranjeros.   

El caso del Perú es el más relevante habida cuenta de los templos, catedrales, monasterios y  conventos que posee son testimonio no solamente de fe religiosa sino de un maravilloso arte reflejado en sus monumentos coloniales, escultura y pintura ricos en escuelas y tendencias artísticas del renacimiento y barroco andino. La diferenciación del producto se asienta en este filón.
  
De acuerdo al informe del Ente Brasileño de Promoción Turístico (EMBRATUR) existen cerca de 20 millones brasileños que viajan por el mundo anualmente en busca de lugares con templos religiosos. Y en este aspecto en las mismas iglesias del vecino país, motivan a sus fieles a concretar este tipo de viajes y encuentros en circuitos vinculados a la religiosidad.

En Brasil, esta actividad es uno de los motores principales del turismo, el cual moviliza a miles de personas cada año. La ciudad de Aparecida del Norte en Sao Paulo, Brasil, es conocida como el santuario mariano nacional más importante, al que acuden peregrinos de todos los países. Aquí es donde se encuentra la Basílica de la Inmaculada Concepción, de Nuestra Señora de Aparecida, la santa Patrona de Brasil. Se estima que reciben la visita anual de unos ocho millones de turistas.

El turismo religioso también mueve una cantidad considerable de visitantes en Guatemala, donde las procesiones atraen un 8% del turismo. Esto se debe a que la religiosidad, majestuosidad y solemnidad con que los guatemaltecos viven la Semana Mayor se convierte en un atractivo turístico, tanto para fieles católicos como para escépticos, nacionales y extranjeros.

Se estima que desde el Viernes de Dolores al Lunes de Pascua se perciben por concepto de negocios relacionados con el turismo unos mil millones de quetzales (US$124,7 millones). Los lugares a los que principalmente viajan los turistas con propósitos religiosos son  Antigua Guatemala (Sacatepéquez), la capital, Quetzaltenango, Cobán (Alta Verapaz), San Pedro Sacatepéquez (San Marcos) y Mazatenango (Suchitepéquez).

Una parte importante del turismo mundial es de peregrinos, de personas que por devoción o por ganas de conocerlos visitan lugares ligados a su fe; a éstos se suman quienes sin ser creyentes van a esos lugares porque están ligados a la historia, el arte, la cultura y la espiritualidad. Sea con sus catedrales, iglesias y cultura religiosa, Latinoamérica presenta la otra cara de su turismo, el turismo de la fe, lleno de historia y tradición. 

Los que deseen comunicarse con Santa Rosa de Lima, les dejo su correo electrónico, sus direcciones en Facebook y Twitter. Ella es una santa del futuro.
  
santarosa.correo.gmail.com
https://www.facebook.com/santarosadelima/timeline?ref=page_internal
@santarositalima



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