domingo, 18 de agosto de 2019

Minería, turismo y la tía María

Al ritmo que vamos, la ancestral actividad minera en el Perú que data de tiempos anteriores a los Incas, parece encontrase al borde del colapso habida cuenta de la fuerte oposición de minorías sobre las grandes mayorías. Hago una primera distinción: la riqueza que trae la minería es de propiedad de todos los peruanos aunque sus regalías beneficien a las poblaciones del entorno por ahora. 

Ya hemos sido testigos de la decisión de Cajamarca con su mina Conga. Declararse pobres por 50 años más. Y así, la famosa licencia social ha de traer dolores de cabeza a los gobernantes con las cientos de ricas minas de toda clase de minerales que posee el Perú. Pero aún faltan proyectos que están en carrera en el 2019 como:
  
Entre los cuatro proyectos que todavía esperan iniciar construcción, se encuentran la mina de oro Ampliación Santa María de la Minera Poderosa S.A. (US$ 110 millones); la de plata Corani (US$ 585 millones), de la canadiense Bear Creek; la de cobre Integración Coroccohuayco (US$ 590 millones), de Glencore; y la de zinc, Ampliación Pachapaqui (US$117 millones), de International Consolidated Minerales (ICM). 

Cuando observo a los manifestantes con sus pancartas: agricultura sí, minería no, me queda claro que  están decidiendo seguir siendo pobres por 50 años más y condenando a sus hijos y a los hijos de sus hijos. Suicidio total. Gobernantes sin visiones para adelantar el desarrollo y evitar revueltas, sin capacidad de escucharse, sin información, entonces es fácil de entender el espectáculo que vemos. Pobre Arequipa. No se merece tal destino.

Pero no crean que soy defensor a ultranza de grandes empresas mineras que me pagan o coimean por lo bajo para opinar. No. Tengo lo mío propio y es creer en la minería moderna de Canadá que cuida y protege el medio ambiente. Ciertamente no son una perita en dulce pero tienen innovaciones en la exploración, desarrollo y cierre de  minas. Algo podemos aprender de ellas hasta que las poblaciones locales crean nuevamente en esos proyectos. 

La minería es hasta ahora la principal fuente de la economía nacional aportando al PBI,  exportaciones y redistribuyendo los ingresos. Pero también es bueno decir que genera poca mano de obra  y muy bajo valor agregado. Aquí es donde entra a tallar el turismo, uno de los motores de la economía nacional que contrariamente a la minería generamos un millón trescientos  mil empleos, abundante valor agregado nacional al 100%, no manchamos los recursos naturales y creemos fuertemente en el desarrollo y turismo sostenible.

Para los gobernantes de hoy y los que vengan: la cosa se pone verde para el futuro de la minería. Pero debemos de seguir produciendo, propiciando inversiones, creando empleos directos e indirectos, caballo de batalla del turismo, más valores agregados, es decir, los nuevos gobernantes deben de tener muy claro que los sectores tienen ventajas competitivas para priorizar según sus capacidades productivas y competitivas. Allí ganamos largamente. 

Tía María es un proyecto de mina de cobre con una inversión de 1400 millones de dólares. Una fortuna de fantasía. Pero sus pobladores o una parte de ellos se opone. Mientras tanto, el turismo los puede sacar de ese pantano  promoviendo su futuro de corto y mediano plazo con planes concertados con sus protagonistas, gremios fuertes y visiones claras. Tía María va a esperar, el turismo puede relanzarse ahora y aprovechar una oportunidad para convertirla en fortaleza.

Insto a sus actores, emprendedores, empresarios, profesionales, academia a convocar al I Congreso de Turismo de Arequipa 2030 para trazar su futuro ahora mismo a partir de los sueños, punto de partida de la planificación.  Viva Arequipa  !!!

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