domingo, 20 de septiembre de 2015

I Cumbre de alcaldes y regidores Cusco 2015. Turismo en la mira

Invitado por el Instituto de Fomento Municipal del Perú, INFOM, para tratar el tema del turismo  dirigido a alcaldes y regidores del país, tuve la satisfacción de dirigirme a ellos el viernes 18 pasado en la histórica ciudad del Cusco. Todas estas autoridades han sido elegidas legítimamente por el mandato de las urnas y gobiernan en sus jurisdicciones por encargo del pueblo. El objeto de mi presencia ha sido aportar en el tratamiento del tema y encontrar nuevos cauces para su desarrollo. Tal vez sea el inicio de otras jornadas posteriores que  nos conduzca hacia otras metas.


En sus campañas y plataformas electorales 2015 al 2020, los alcaldes han hecho ofrecimientos y promesas a sus electores de todo tipo, muy pocas veces acerca de alguna obra o emprendimiento para el turismo aún cuando han escuchado algo acera de sus merecimientos, ventajas y potencialidades para crecer. Tan es así, que en nuestros debates, cerca de 70 asistentes entre alcaldes y regidores, coincidimos que con su solo presencia en este encuentro se traducía un interés grande por llevar a sus predios la riqueza que genera el turismo en el Perú y que dejan pasar hacia otros distritos, provincias o destinos por su dejadez o desconocimiento.

Sin embargo, he quedado gratamente sorprendido por el interés mostrado por los alcaldes venidos de lejanas tierras, comunidades y provincias que desean  saber cómo funciona el turismo y qué papel deben de jugar ellos en este escenario, y eventualmente qué pasos dar en las actuales condiciones en sus respectivas comunas.

Es cierto también que un puñado de gobiernos locales del país han dado los pasos iniciales y correctos, es decir,  la organización municipal del turismo, el plan, presupuesto y el programa a ejecutar. Reconocemos todos al primero: La Municipalidad de Lima y al gran iniciador de este esfuerzo: el alcalde Alberto Andrade. Luego vinieron  eficientes autoridades ediles convirtiendo el turismo en una actividad prioritaria o de interés vecinal. 

Gracias a él y a sus seguidores actuales, muchos alcaldes han tomado partido por el turismo por voluntad propia  haciendo lo primero que hay que hacer para que el producto tome forma: embellecer la ciudad mediante obra pública de ornato construyendo o mejorando calles, veredas, jardines, señalización, piletas, exigiendo el pintado de fachadas, flores y macetas en balcones, en fin, la lista es larga de estas iniciativas que han concluido con las  clásicas Oficinas de Información Turística. 

He aplaudido estas ideas de los alcaldes algunos de los cuales han querido ir más allá  de una oficina para hacer gestión. Entonces, aquí empiezan los problemas por que la mayoría de los gobiernos locales no tienen los instrumentos de conducción para tomar acción en turismo y a través de él, generar inversiones, empleos, desarrollo, marca, demanda, mercado, compradores, licencias, impuesto predial, etc. Aquí fue cuando los alcaldes  pararon la oreja...

La gestión del alcalde en turismo tiene algunas aristas a ejecutar sí o sí o quedarse en una oficina de información. En primer lugar, luego de la decisión política del burgomaestre y su Concejo Municipal expresada en un  Acuerdo de Concejo por el que se declara de interés público el desarrollo el turismo en el distrito o provincia tal, en ese texto, se incorpora al turismo dentro de la organización  y jerarquía municipal y a una Comisión de Gobierno a cargo de un  Regidor. 

Hasta aquí no hemos dicho nada porque el plato fuerte viene en forma de un Plan de Desarrollo Turístico Municipal, digamos 2016 al 2025 en el que se definen los objetivos, metas, visiones, estrategias y los presupuestos. Sin duda, que las inversiones a cargo de la municipalidad están claritas como el agua como las de la inversión privada que hay que promover y fomentar en gran escala con el apoyo de las escuelas de turismo del país. Si las inversiones generan empleo, desarrollo y crecimiento, entonces el plan de turismo está más que justificado.

Esta postura es esencial porque hay un declarado convencimiento que desarrollar turismo en las municipalidades es imprimir un millar de trípticos, abrir una oficina de información y publicar una web. El resultado es  nulo al 100%, gasto en vano, sin recuperación posible  y muestra de lo que no hay que hacer. Los alcaldes me miraron con el ceño fruncido.

Mis amigos los acaldes y regidores asistentes han hecho muchas preguntas y revelaciones. Entre ellas su soledad técnica para contar con los instrumentos de gestión. En este debate le cayeron muchos palos a las direcciones regionales de comercio exterior y turismo por su dejadez. Tienen  razón por esa grave omisión de sus funciones de las que soy testigo presencial a lo largo de mi carrera profesional y de consultor.

Hago una invocación a la Viceministra de turismo para que les de una mano a estas autoridades que estoy seguro desean llevar el mercado, demanda, clientes y riqueza a sus predios.






No hay comentarios:

Publicar un comentario