martes, 15 de agosto de 2017

Plan de infraestructura básica para el turismo 2017-2021

Una primera aclaración: No es lo mismo infraestructura básica que planta turística. La primera se refiere a las obras esenciales para que la economía del país funcione con eficiencia y todos sus sectores se desempeñen en forma competitiva. Es decir, carreteras, aeropuertos, puertos, agua potable, alcantarillado, telefonía, internet, fibra óptica, terminales terrestres entre otros. La planta turística es la estructura de producción de servicios conformada por equipamientos e instalaciones que hacen posible el desplazamiento, permanencia y goce de los atractivos turísticos que existen en un destino.

Esta distinción de conceptos fundamentales nos va a permitir establecer qué es lo que necesitamos primero para que el camino hacia la competitividad quede claro y despejado. Por tanto, luego, ergo, en suma, en consecuencia, no existe la frase infraestructura turística. Este debate ha quedado claro hace muchos pero muchos años por los estándares internacionales recomendados por la OEA.

Ahora bien, una muy pequeña referencia. La situación de la infraestructura básica en el país es ampliamente deficitaria y acaso, el talón de Aquiles de nuestro desarrollo válido para todos los sectores de la economía nacional, y concretamente, de sus principales motores, entre ellos, el turismo. Bastará decir que la Asociación para el Fomento de la Infraestructura Nacional, AFIN, en su documento Agilizando la ruta el crecimiento, 2016-2025, página 9, señala que la brecha de infraestructura de mediano y largo plazo es de US$ 159 549 millones. Sin esta inversión, todo lo que se diga sobre el futuro del turismo en el Perú es puro verso.

Hasta antes del fenómeno del Niño Costero que todos conocemos, ya éramos y somos aún una vitrina de ventas con tan solo apenas algunos productos definidos teniendo en cartera y en la línea de producción otros tanto que no pueden salir al mercado por no haber caminos, puertos, telefonía o internet. No obstante, el turismo en el Perú es capaz de producir el 4% del PBI con 1 millón 200 mil empleos así como está y donde está. Podría imaginarse el gobernante de turno, la clase política y los próximos gobernantes de la década del 2020, 2030 y 2040 si tuviéramos un algo más disponible en infraestructura básica.

Tanto es así que el ministro de turismo actual, señor Ferreyros ha confesado a la prensa, RPP el 14.08.2017, que No vamos a tener un futuro sostenible en el turismo si no intervenimos en obras de infraestructura. Agregó además: Lo primero que tenemos que hacer es mover los grandes proyectos (como la construcción del aeropuerto de Chinchero, en Cusco, y la ampliación del Aeropuerto Internacional Jorge Chávez). Ha anunciado también una nueva propuesta: …la construcción del terminal portuario especial para cruceros en el Perú con miras a contribuir a potenciar el turismo receptivo.  

Nadie podrá renegar de estos proyectos que hacen falta desde décadas atrás. Dice que es mejor empezar por los grandes proyectos. De acuerdo. Pero la suma de los pequeños proyectos suman mucho más que los grandes. En el componente 3.1: Desarrollo de la conectividad y de las comunicaciones del PENTUR 2016-2025 se señala: …acortar la brecha existente en inversión en infraestructura terrestre, portuaria y aérea; que debe ir acompañado de la mejora de la institucionalidad y gestión de gobierno, el buen clima de negocios, la innovación, el acceso eficiente a servicios, entre otros, como respuesta a la necesidad de contar con inversión que mejore la infraestructura en terminales portuarios, aeropuertos, terminales terrestres y terminales férreos, todos de gran importancia para la facilitación de viajes en el país y el desarrollo del sector turismo.

No sabemos si la autoridad gubernamental ha echado a caminar con toda intensidad esta propuesta de gobierno o tal vez sigue el propio plan de gobierno de PPK. No lo sabemos. Lo que sí es cierto que la falta de infraestructura no nos deja en buen pie haciendo que productos como Caral no tiene carretera asfaltada de ingreso en apenas 22 kilómetros o la de acceso a las lomas de Lachay a la que le hace falta un ingreso vial mucho mejor que el terral de ahora. Y así….Qué decir de Cachora puerta de ingreso a Choquequirao donde no hay acceso a internet sino en el entorno de la plaza ¡! O tal vez la falta de playa de estacionamiento en Huancaya ¡!!

En este escenario improductivo que no genera ni inversiones ni puestos de trabajo, creo mi deber aconsejar al gobierno de PPK, a su ministro y viceministro de turismo que podríamos empezar por diseñar un Plan e infraestructura básica  para el turismo que hasta donde soy testigo presencial de lo que pasa por aquí, nunca hemos tenido. Por ejemplo, el plan podría estar dividido entre los proyectos urgentes que deben de ir al último y los importantes y trascendentes que deben de ir primero. Entre estos últimos anoto el de la carretera costanera de Tumbes y Piura que ha de convertir a estos dos departamentos en el pequeño Miami del norte. Ya verán como caen las inversiones. Favor preguntar a Decameron y a las dos grandes marcas hoteleras que han mostrado interés.

Algo más. El viceministro Valencia ha mostrado un enorme interés de vincular el MINCETUR con la academia en una reunión sostenida entre CANATUR y las escuelas de turismo invitadas en ese momento en la anfitriona Universidad Ricardo Palma. Acá está la solución. La academia podría apoyar esta iniciativa de contar con esta arma fundamental de la lucha contra la pobreza y hacer del turismo un instrumento sostenible.


 Tenemos cerca de 42 escuelas de turismo en el Perú. Aquí están las iniciativas y ejército de talentos que se forman en la profesión del turismo, hotelería y gastronomía con sus maestros. Una escuela podría tomar a su cargo un departamento y de esa manera construir un plan nacional en el corto plazo. Creo que es viable.

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