Una primera distinción de las características del turismo y los
viajes contemporáneos es que la demanda mundial actual ha logrado diferenciar
claramente que existen dos grandes grupos de viajeros: aquellos que se
desplazan por motivos de placer, vacaciones y tiempo libre y los que lo hacen
por razones obligatorias como negocios, estudios, salud o viajes familiares.
Ambos segmentos constituyen de hecho una corriente de viajeros monumental que
hay que medir y considerar para presentar productos que ellos quisieran
comprar.
Esto quiere decir que en una visión moderna, hay que estimar que
existe una demanda más grande de la que usualmente entendemos por turismo, es
decir, una medida mayor de la que nos podríamos imaginar. Al mismo tiempo,
ambas corrientes de viajeros se desplazan a lo largo del año, generalmente en
la estación de verano tanto del hemisferio norte o sur, generando con ello la
estacionalidad o las también llamadas alta y baja temporada.
Es sumamente importante este tema, porque es en nuestro entender, el nudo del problema turístico. En la medida en
que en la estacionalidad se puedan equilibrar las altas y bajas temporadas
podremos garantizar a nuestros empresarios
la rentabilidad de sus negocios, fuente de la generación de inversiones,
reinversiones y empleos. Una alta
temporada es beneficiosa por las mayores ventas, compras de insumos, bienes y
servicios, contratación de personal, más inversiones, etc. Contrariamente, las
bajas temporadas el otro lado de la medalla.
Por estas circunstancias, la alta temporada en el hemisferio norte
acusa un impacto contundente a sus protagonistas, compradores y vendedores: Los
precios y tarifas suben en una escalada inesperada. Está demás señalar que los
establecimientos dedicados al turismo alcanzan record de ventas y ganancias.
Precisamente, el 27 de septiembre, Día Mundial del Turismo, es la fecha en la
cual las tarifas y precios de todos los servicios cambian de alta a la baja en
el hemisferio norte.
En el Perú, donde las estaciones no son decisivas ni
determinantes, las cosas se presentan diferentes. Lo primero que hay que
señalar es que tenemos las 4 estaciones en el mismo día y la misma hora en
nuestro vasto e increíble territorio. Por tanto, tenemos una alta temporada en
julio, agosto y septiembre donde recibimos turistas provenientes del hemisferio
norte y en enero, febrero y marzo, a turistas proveniente del verano del
hemisferio sur. Mirando el cuadro de la estacionalidad en el Perú podríamos argumentar que casi no tenemos estacionalidad.
Meses
|
2014
|
2015
|
2016
|
2017
|
Enero
|
266
299
|
298
225
|
304
712
|
327
642
|
Febrero
|
268
118
|
295
126
|
324
365
|
325
001
|
Marzo
|
266
479
|
274
152
|
300
342
|
295
655
|
Abril
|
241
635
|
262
713
|
276
086
|
312
587
|
Mayo
|
264
283
|
268
354
|
296
146
|
301
189
|
Junio
|
245
733
|
275
926
|
276
779
|
318
588
|
Julio
|
299
154
|
275
926
|
365
320
|
388
939
|
Agosto
|
291
276
|
305
699
|
339
081
|
361
264
|
Setiembre
|
254
394
|
270
498
|
303
223
|
340
535
|
Octubre
|
274
695
|
301
735
|
324
565
|
352
679
|
Noviembre
|
257
567
|
272
924
|
299
785
|
331
844
|
Diciembre
|
285
301
|
297
712
|
334
057
|
376
416
|
Totales
|
3
214 934
|
3
455 709
|
3
744 461
|
4 032 339
|
Fuente: MINCETUR 2018
Se agrega a esta demanda la corriente de viajeros nacionales que
generan el turismo interno, los que se desplazan a lo largo de todo el año sea verano o
invierno, navidad, año nuevo, feriados, festividades, vacaciones escolares o
fines de semana largos.
Otra de las características del turismo y los viajes
contemporáneos es que la demanda mundial de viajeros ha empujado la
modernización de los medios de transporte tanto aéreo, terrestre como acuático.
Hoy en día contamos con eficientes y competitivas unidades de transporte cuyos
procesos de mejora son admirables y sorprendentes.
Nuevos modelos de aeronaves
ya no del futuro sino del presente como el Airbus A380 capaz de llevar hasta
800 pasajeros de una sola vez, nos hablan claramente de lo que se viene. Ni qué
decir de los cruceros que se han hecho a la mar en el último años, mucho
más modernos que los actuales y los
trenes de alta velocidad. En estos medios de transporte, los viajeros escogen
la mejor manera de viajar, sea en forma individual, familiar o grupal
cuidándose que en los destinos a los que se dirigen sean tranquilos y
pacíficos.
En todos estos casos, los turistas del mundo optan por escoger la
mejor manera de hacer de sus viajes los más placenteros siempre que sean
motivados por las vacaciones, esparcimiento y el tiempo libre. Es decir, la
elección del turismo convencional del no convencional. Ambos cuentan con la
suficiente demanda como para continuar en el mercado por mucho tiempo.
En este campo, la facilitación turística ha ejercido un papel
singular debido al interés de muchos países por destrabar las dificultades de
frontera que por muchos años han sufrido los turistas. Hoy en día esta
situación ha cambiado en forma medular. Se han liquidado para siempre muchas
formalidades de frontera como las visas y tarjetas de turismo, aceptándose en
muchos de ellos la simple presentación del Documento de Identidad Nacional.
El Perú se ha puesto a la medida de los nuevos tiempos en este
aspecto, habiendo eliminado el pasaporte a los turistas que quieran ingresar al
país para ciertos casos como para los ciudadanos provenientes de la Comunidad
Andina de Naciones, a los de nacionalidad chilena tanto como a los de Brasil, de
la Comunidad Sudamericana de Naciones y la Alianza del Pacífico.
Finalmente, la característica central de los viajes y el turismo
actual es definir quién es un viajero, visitante, turista y excursionista a
fines de establecer una base estadística estándar para todos los países del
mundo.
Texto de inminente publicación en mi libro Introducción al Turismo. 12da. Edición.
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