Ayer 12 de diciembre de 2020, el Congreso de la República aprobó la ley que señalo luego de un acuerdo múltiple entre las comisiones de Comercio Exterior y Turismo, Economía, Banca, Finanzas y de Inteligencia Financiera. Es decir, un consenso inesperado que aplaudo desde aquí, aunque sea lo único que tenga para aplaudir si es en beneficio del sector al que pertenezco. También se recogieron diversas opiniones y proyectos de parlamentarios los que tuvieron que alinearse en una sola dirección. 110 votos bastaron para aprobar esta ley
Veamos esta última parte. En todos los procesos de grave crisis económica mundial, crac, martes negro, caída de las bolsas, wall street, gran depresión e inflación, y ahora la pandemia, en todos los casos la receta de recuperación ha sido la misma. La promoción de inversiones públicas y privadas que son las únicas que generan empleo. Esta es la primera lección que se aprende en las escuelas de economía.
Ahora bien, el objeto de este paso anterior tiene por objeto, como es facil de entender, es la reactivación de la demana de viajes con clientes con billetes en mano. Los primeros, los de la demanda interna. Para ello, el proyecto apunta desde el MEF a establecer un nuevo porcentaje para el 2021 y 2022 para deducir en las empresas el gasto respecto del impuesto a la renta. En algo servirá.
En esta ruta, la estrategia de reactivación debe de arrancar por este asunto tan vital. Agregamos que en el Foro sobre el Proyecto de ley para la cración de un régimen transitorio para la reactivación del turismo promovido por CANATUR, uno de los exministros ponentes, Edgar Vássquez, acaso el más lúcido de los otros ministros, sacó de la manga otros temas trascendentales dejando de ver el árbol sino el bosque.
Sostenía que el ostracismo del sector turismo cuyas funciones apenas llegan al ministerio de San Isidro y un par de cuadras más allá, no alcanza para promover el turismo en gran escala. Su casi nula acción con resultados con los gobiernos regionales, provinciales y locales es fatal. Peor aún, su poca influencia ante otros sectores con los que tenemos una dependencia y sumisión casi silenciosa para un sector absolutamente transversal. Tal vez la reactivación parta por una organización de otra naturaleza sin que yo tenga que sostener la absurda idea de crear el minsterio de turismo que muchos ilusos proponen.
Otra más. La calificación de las autoridades muchas de las cuales no tienen los menores pergaminos, conocimientos y estudios profesionales en turismo y hotelería. En otros términos, queremos jugar un mundial del turismo y nos aparecemos con 11 aficionados y amateurs que no le han ganado a nadie. Imposible de crecer y reactivarnos de esta manera.
La ley aprobada hizo bien en separar las cosas. Una referida al fraccinamiento de deudas con la SUNAT y ESSALUD, y la otra referida a la reactivación que creemos será desde sus cimientos. Ahora, resta que aportemos con propuestas al MINCETUR acerca de la reactivación.
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