Foto La República
Una vez más, salta a la palestra el enorme problema de uno de los íconos del turismo mundial, ahora en un escenario absurdo, archi conocido y recurrente: el bloqueo de la línea del tren, cierre del santuario, nadie puede subir al monumento, cientos de revoltosos reclamando, policía con cascos y escudos en ristre, falta de autoridad, aunque en verdad allí las autoridades sobran donde todos quieren tomarse la foto y ser el súper héroe. Un caos sin límites que nadie ha podido resolver en más de 50 años.
Es una situación vergonzosa y de poca capacidad de gestión de los que pasaron por sus fueros donde todos quieren llevar agua para su molino, especialmente, los transportistas. Aquí, solo le echan la culpa a PERURAIL sin decir palabra alguna a la concesionaria CONSETTUR, empresa local de buses que lleva a los turistas del distrito a la parte alta.
Un largo litigio entre esta empresa y el Estado peruano no termina aún por los vericuetos legales que ella reclama para obstaculizar las decisiones finales que el Tribunal Constitucional debe de dar por punto final a este entuerto.
Pero el asunto de fondo no es ese sino otro. El maltrato que sufren cientos de turistas, como los de ahora por la desilusión de no poder acceder a sus sueños en llegar a la ciudadela. Millones de inversiones se echan a perder, gastos diarios con puestos de trabajo y la promoción que efectúa el sector público y privado por traer más viajeros a Cusco.
Acaso es el tema más deleznable de la situación porque a vista y paciencia de las autoridades, incluidas las del presente gobierno que están de paso, nadie da pie con bola, es decir, acertar en algo.
Ahora bien, cuál es el nudo del asunto. En realidad hay varios nudos. Me referiré a uno de ellos. La gobernabilidad de este inmenso caos sin fin. ¿Quién gobierna acá? Agarrénse: La municipalidad distrital, provincial y regional, MINCETUR, M. del Ambiente. M. de Cultura, MTC, PNP y ...los gremios privados y empresas transportistas amén de artesanos y pobladores del distrito. Todos ellos alrededor de la famosa Unidad de Gestión.
Se han ensayado muchas formas de gobierno, cambios y nuevas resoluciones, esquemas, propuestas, proyectos y hasta la UNESCO ha metido su cuchara como le corresponde. En este inmenso escenario, la cadena de mando se ha perdido si es que ha existido alguna vez mando. Bastará ver la fotos y las noticias que nos trae la televisión para darse cuenta de lo que pasa en esos lares.
Creo que para una nueva propuesta de un nuevo gobierno en el 2021, el modelo de gobierno, habida cuenta del fracasao de décadas cuyos resultados ya sabemos de memoria, es la creación de una administración que parte del gobierno central. Desde allí y con poderes distintos de los pocos que tiene ahora para imponer autoridad.
Pero también el ordenamiento territorial y ambiental del distrito que, luego de décadas de ver pasar cientos de contribuyentes y pagantes de impuestos prediales, resulta que su sistema de agua y desague es para llorar. Inaudito. Los comentarios de los turistas que miran la realidad del distrito se van con la experiencia de haber visitado un país chicha.
Ojo que Machu PIcchu es de propiedad del pueblo peruano en su conjunto y no del Cusco. De la misma manera que es propietario de todos sus bienes materiales, históricos o de sus riquezas naturales y de historia viva.
A esta hora del partido, solo me queda decir algo y proponer.
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