viernes, 2 de agosto de 2024

Ministerio de Infraestructura y el turismo.

 En el reciente discurso a la Nación de la presidenta Boluarte, dio cuenta de lo realizado por su gestión desde julio 2023 a julio 2024. En este documento, presentó un balance de lo ejecutado y lo que ha pensado hacer hasta el término de su mandato el 2026. En ese escenario, hizo un anuncio que llamó mi atención: La creación del Ministerio de Infraestructura debido a que el turismo tiene una relación, vínculo y dependencia absoluta como dimensión del desarrollo de esta actividad en el mundo.  En concreto dijo esto: 

En esa línea, con el objeto de lograr una acción estatal más efectiva, anuncio que vamos a realizar un reordenamiento y modernización de los ministerios para que cada sector fortalezca sus funciones principales, especialmente las de rectoría sectorial, normativa, de promoción, de supervisión y fiscalización, desprendiéndose de las actividades relacionadas con la ejecución de infraestructura, con el objetivo de trabajar acelerada y eficientemente en el cierre de brechas de infraestructura existente. (1)


                                                   Foto: Proyectos de Ingeniería Perú.

Esta nota es muy importante para el turismo habida cuenta que la infraestructura pública es el fundamento de nuestra actividad especialmente cuando hablamos de conectividad, creación de destinos, diversificación de productos, planificación turística, etc. En todos los casos, esta dimensión está ligada y vinculada al crecimiento del país y todas sus actividades económicas y sociales. Sin ella, no tenemos nada que hacer en el mercado. Por fortuna, este anuncio va en la dirección de que habrá una prioridad para paliar en algo la gruesa brecha que cargamos hace décadas para hacer funcionar los resortes del desarrollo.  

El anuncio de la presidenta, inscrito en un proyecto de ley que ya envió al congreso para su urgente aprobación significa arrancar a los ministerios la función de programar, planificar y ejecutar obras dejándolos para que hagan lo que deben de hacer: normar, promover, supevisar, etc. Diversas entidades dedicadas a este tema han sido comprendidas: la autoridad nacional de infraetructura, irrigaciones, desarrollo agrario, salud, educación, saneamiento, PROVIAS, desarrollo pesquero, proyecto Legado, entre otros. Nótese que no está el Plan Copesco. 

Sin embargo, no se precisa qué es infraestructura pública. Apelaré a la academia para que nos proponga su significado universalmente aceptado: La infraestructura de uso público son las obras e instalaciones que pueden ser utilizadas por todos los ciudadanos, tales como carreteras, puertos, ferrocarriles, redes de agua y desagüe, redes de telecomunicaciones, redes de energía, gas, combustible, así como hospitales, edificaciones públicas, prisiones, etc. (2)

 Pero la presidenta ha ido más allá. La fusión de dos pares de ministerios. Es decir, reducir el aparato del Estado para una mejor gestión y beneficio de la ciudadania para quien el Estado no le sirve en  lo más mínimo. Este punto de partida es positivo y alianeado con el viejo dilema de la gobernanza: el Estado debe de tener dos grandes frentes para una organización mejor: los sectores sociales como la educación, salud, justicia, seguridad y otros más y los sectores productivos como la agroindustria,  minería, turismo, construcción civil, pesquería, etc. Unos sostienen a los otros en una suerte de equilibrio.

Bastará leer a los grandes pensantes de la realidad del país para comprender que se trata de un asunto en extremos sensible que compromete el hoy y el mañana. Todos coinciden que el tamaño del Estado es un exceso y una carga descomunal que hay que reducir. Preguntemos a José Carlos Mariátgui en su Ensayo 6: Regionalismo y Centralismo, a Jorge Basadre en Perú y Posibilidad, a José Matos Mar en su famoso  Desborde Popular y Crisis de Estado para citar apenas algunos. 

Regresemos a la infraestructura. Decía que el tema es capital habida cuenta que es el nudo central de los planes de turismo que tenemos, desde el PENTUR y los 25 PENTURES programados hasta el 2025 y algunos con un trecho más. Todos ellos invocan obras elementales de conectividad como carreteras, mejoras de aeropuertos u obras de saneamiento como agua potable y alcantarillado y hasta fibra óptica. Tienen razón. El planteamiento lógico es que sin estas obras la construcción de un destino sería un imposible. 

El proyecto de ley trae un acápite muy interesante al que hay que echarle el ojo. La confección del Plan Nacional de Infraestructura.  Allí tenemos que estar tanto el viceministerio de Turismo como los gremios empresariales privados para proponer las obras que son miles y hacen falta para crear nuevos destinos y productos turísticos. Supone estonces que tenemos un Plan Nacional de Infraestructura Pública que forme parte del producto que se quiera convertir en tal. Por ejemplo, los tres grandes proyectos interregionales que propugno en estas páginas hace años: El pequeño Miami en Piura y Tumbes, el Circuito Nororiental y Selva Central. 

(1) Mensaje a la Nación de la presidenta Boluarte.

 https://www.gob.pe/mensajepresidencial

(2) Universidad ESAN

https://www.esan.edu.pe/conexion-esan/la-infraestructura-de-uso-publico-como-monopolio



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